domingo, 15 de febrero de 2009

El Pan con Soledad y nuestros patrones culturales

El descargo de Irasema sobre el Pan con Soledad

Conocemos a Irasema Ruiz como una de las personas de mayor prestigio en el hospital no sólo por su profesionalismo sino por ese derroche envidiable de energía que le permite ser reconocida como una líder en el campo de la nutrición. En tal sentido valoramos su preocupación por hacernos entender que la ración alimentaria cumple los estándares que establece el ministerio para la atención a los pacientes, razón por la cual hemos colocado su descargo en la sección comentarios.


Pero el tema va por otro lado, porque desde mi percepción el Pan con Soledad finalmente no es ingerido completamente por los pacientes y forma parte del residuo que se recoge con las bandejas y puede ser vendido para los chancheros.


En las carretillas no se podría ofrecer Pan con Soledad

Nadie aceptaría comprar un Pan con Soledad a la hora del desayuno.

Cualquiera que recorra las calles de la ciudad encontrará que desde las 5 de la mañana están los carretilleros ofreciendo desayuno, pero siempre el pan tiene algo en su interior, ya sea jamonada, queso, mantequilla, huevo frito, y es servido con o sin cebolla, etc., pero nunca ofrecerían “Pan con Soledad” porque entonces se irían a la quiebra, ya que nadie les compraría; lo mismo sucede en los kioscos que ofrecen desayuno a los obreros en las puertas de las fábricas.


El sánguche en una oportunidad en el análisis FODA de la gastronomía


La proliferación de las chicharronerías de los chinos en el mercado del Callao nos relevaría de todo comentario.

Asimismo, ¿alguien podría imaginar a Gastón (el rey Midas de la gastronomía) ofreciendo en su cadena de restaurantes Pasquale “Pan con Soledad”? Nunca pues.

Al contrario, con ese olfato por el negocio culinario aprovecha este concepto que está en el imaginario de nuestro paladar. Es decir desde la fortaleza de su olfato encuentra en el sánguche la oportunidad para el lanzamiento de nuestra comida en el mercado internacional.


Es un error ofrecer Pan con Soledad


Por esta razón considero que es un error ofrecer en los hospitales “Pan con Soledad”. Recordemos que en la comida también existen los “gustos y preferencias de los consumidores” de manera que debemos conjugar el valor calórico del desayuno con nuestros patrones culturales, de lo contrario lo programado y planificado no cumple su fin porque el paciente no lo consume en su totalidad generando residuo hospitalario.

Una pregunta final:

Qué le da usted a sus hijos en el desayuno? Acaso le dará Pan con Soledad o prefiere mejor un buen sánguche?


Ese es el quid de la cuestión.

viernes, 13 de febrero de 2009

Hay que matar al mensajero. Caso “Pan con soledad”

Parece que “matar al mensajero” habría sido la respuesta de quienes dirigen el hospital para tratar el tema “Pan con soledad”. Esto se puede inferir por el hecho que han encargado a la OCI este asunto. Como sabemos, la OCI (Oficina de Control Institucional) es un órgano dependiente de la Contraloría General de la República.


Matar al mensajero


Señala la historia que era costumbre de muchos reyes y gobernantes en la antigüedad matar al mensajero que les llevaba malas noticias, confundiendo de esta manera el mensaje con el mensajero y la realidad con la sombra de la misma, tratando que nadie se atreviera a decir lo que realmente pasaba.


De esta manera se busca callar las opiniones distintas, pretendiendo que solo circule la verdad oficial que sus asesores, cual bufones del reino se encargan de defender.


La lucha por la libertad de expresión no es una libertad barata, más aún cuando sólo unos pocos pagan la factura. Pero vale la pena asumir estos retos; y las fotos pueden ser sencillas, pero tienen la fuerza suficiente para mostrar las evidencias.


En ese contexto, los blogs se convierten en una herramienta poderosa que tiene como fin fundamental informar a la ciudadanía la existencia de hechos que puedan afectar sus derechos y responsabilidades.


La paciente bajo investigación


Eran aproximadamente las 11:00 de esta mañana cuando en el Servicio de Medicina se hace presente un grupo de personas de la OCI, quienes tenían como objetivo interrogar a Raiza, la paciente aludida en el post "Pan con soledad". Tuve que pedirles que se identificaran y me mostraran la autorización para hacer el interrogatorio a una paciente que está bajo nuestro cuidado médico. Me mostraron una impresión del blog El duende que camina y un correo electrónico del subdirector del hospital.


Esta paciente de escasos 18 años se encontraba sola, ni siquiera se encontraba su madre en ese momento.


Raiza ha salido de alta esta mañana.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Pan con soledad: una expresión de ineficiencia


Pan con soledad es una expresión que hemos utilizado cuando el dinero no nos alcanzaba para hacer siquiera un "pan con algodón”. Era propio de nuestros años de estudiantes y también en otras circunstancias donde era mejor el sánguche de aire que no comer nada; algo era algo.


En el hospital también se dan cosas


Esta mañana al pasar la visita médica encontramos que casi todos los pacientes habían dejado intacto el pan que les habían servido en el desayuno. Ante este hecho, le pregunté a Raiza, una paciente joven e inteligente, estudiante de un instituto superior.

  • Qué pasa Raiza, le dije, porqué no han comido pan los pacientes?
  • Si doctor, como usted verá no soy solamente yo quien no ha tocado el pan que nos han traído.
  • Así es doctor, anotó otra paciente. Ni en nuestra casa sucede algo parecido a pesar de nuestra pobreza.
  • No entiendo les dije, podrían explicarme?
  • Uy doctor, mire bien los panes y verá no tienen nada adentro. Nosotros siquiera algo le echamos en el desayuno. Nada atractivo resulta comerse dos panes rellenos de "soledad".

El pan con soledad no es aceptado culturalmente por los pacientes


Si el desayuno tiene esta característica existe el riesgo que sea ingerido por los pacientes, afectando finalmente el valor calórico que deben recibir en 24 horas.


Este hecho obliga a quienes gestionan un establecimiento replantear la composición del desayuno.


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lunes, 2 de febrero de 2009

Meritocracia, cuántos fraudes se cometen en tu nombre.

Denuncias presentadas ante el Colegio Médico y el Organo de Control Institucional (OCI), dependiente de la Contraloría General de la República, por supuestas irregularidades en último concurso para provisión de plazas en el Hospital Daniel A. Carrión del Callao, coloca en el tapete de la discusión la falta de credibilidad de los concursos de méritos en nuestro medio.

Qué es la meritocracia?

La meritocracia es la forma por la cual los postulantes son seleccionados para sus puestos de acuerdo con su capacidad y méritos personales. Su principal argumento es que proporciona mayor justicia dado que las distinciones no se hacen por amiguismo, carné partidario, filiación política. En este contexto, "mérito" significa básicamente inteligencia y esfuerzo.

El fraude como antítesis de la meritocracia

En un país donde el Jirón Azángaro es toda una institución, cuando se desea beneficiar a alguien con visos de pseudo legalidad inmediatamente se hacen concursos “bamba” y patatín patatán suponen que todo queda consumado.

Muchos son los ejemplos de la violación de la meritocracia

No sólo es el caso reciente de Ingrid Suárez en el tema de la contraloría. Los concursos para directores de hospitales han sido también un gran festín donde la repartija entre los miembros de las comisiones y el partido de gobierno han sido la regla. La historia reciente nos releva de mayores comentarios.

A los manipuladores de concursos de méritos no les interesa en absoluto la opinión pública, ni tampoco cómo se afectan las instituciones al colocar en los cargos a personajes realmente incompetentes. Suponen que en las instituciones del estado esto es parte de la “normalidad”.

En un proceso de estas características, los “ganadores” tienen la misma devaluación en sus escalas de valores porque tampoco conocen las diferencias entre legalidad y legitimidad. Eso los hace copartícipes del fraude.

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