sábado, 31 de diciembre de 2022

La Fiesta del Carmen de Chincha (en mi recuerdo)

 La Fiesta del Carmen de Chincha (en mi recuerdo)

Los chinchanos sabemos que en los últimos días de diciembre se realiza en el distrito de El Carmen de nuestra provincia, una tradicional fiesta en homenaje, precisamente a la Virgen del Carmen. Esta actividad de profundo contenido religioso se remonta a la época colonial.

Según afirman los conocedores, la Virgen del Carmen es la imagen más venerada en el Perú después del Señor de los Milagros, lo cual hace propicia esta fecha para el reencuentro de carmelitanos procedentes de distintos lugares del Perú, que vuelven a su tierra natal a reencontrarse con familiares y amigos.

En la festividad de la Virgen del Carmen se juntan danzas, oraciones, alabanzas y cánticos de raíces negras donde participa todo el pueblo.

Algunos recuerdos de esta fecha

Estas noticias me traen a la memoria la época cuando cursaba estudios secundarios y debíamos atender ciertas actividades comerciales de esta celebración.

En aquella época mi padre tenía un emprendimiento que por sus características, involucraba a toda la familia en las actividades propias de esta actividad consistente en el comercio de vinos, cerveza y bebidas gaseosas a distintos lugares de la provincia, tales como Chincha Baja, Tambo de Mora y también El Carmen, con todos sus caseríos y centros poblados, a donde íbamos en un pequeño camión, saliendo a tempranas horas de la mañana y retornando cuando el cielo estaba oscureciendo.

La fiesta social

Además de las actividades religiosas, que eran la razón fundamental de esta fecha, había algunas otras que se desarrollaban a propósito. Una de estas era una gran fiesta social que se realizaba en un amplio local cerca de la plaza de armas, donde con asistencia masiva, se bailaba al ritmo de alguna orquesta capitalina de moda.

La fiesta era organizada cada año -recuerdo- por una misma persona, quien contrataba una orquesta de la capital. Nosotros nos convertíamos en proveedores de las bebidas, por lo cual con bastante anticipación debíamos preparar la logística para estar a la altura de una alta demanda.

En el local donde se realizaba la fiesta, no había refrigeradora, pero recordemos que la cerveza es de difícil aceptación cuando está caliente, máxime en la estación de verano, por lo cual se le prefiere algo helada. Para lograr este propósito, estas bebidas se colocaban en grandes tinas con abundante hielo, con lo cual se lograba el objetivo de tenerlas más o menos frescas.

Venta a consignación y la buena fe de las partes

Una de las cosas importantes que hasta ahora recuerdo, y que es uno de los motivos de este artículo, era que le dejábamos al organizador de la fiesta, todo “a consignación”, una modalidad de venta, en la cual solo se pagaba lo que se consumía, pero que curiosamente, no se pedía un dinero de garantía.

Se sacaba la cuenta al día siguiente de la reunión. Todo se confiaba en la buena fe de las partes. Cómo extrañamos aquellos tiempos, donde la palabra tenía un alto valor.

Lindo recuerdo de antaño, esta fiesta carmelitana.

 

Callao, diciembre 2022.

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