Un hospital en crisis
Hace un par días acudí al hospital para hacerme unos
exámenes, pues había empezado a sentir un dolor intenso en la región
dorsal sin causa aparente.
Llegué a las 08:00 horas y me dirigí a mi
antiguo consultorio de medicina donde encontré a la Dra. Karen Saldaña (siempre
puntual la colega) a quien solicité me firmara las órdenes de exámenes, pues deben
llevar firma y sello de un médico de la institución. (Muchas gracias doctora
Karen, nuevamente).
Conversando, a ella le impresionaba solo una
dorsalgia simple debido a los ejercicios que hago en el gimnasio; pero como clínico
no está demás pensar en otros diagnósticos compatibles a los cuales les llamamos
diagnósticos diferenciales, pues la experiencia nos lleva a no sobreestimar los
síntomas.
Con la generosidad que la caracteriza, Karen firmó
las órdenes, aunque noté que le hubiera gustado examinarme el dorso, pero salí rápido
pues quería ganar el día. (para otra vez será doctora)
Con mucha alegría recorría los ambientes del
hospital en la ruta a Caja y luego a Laboratorio, pues en el camino recibía casi
al paso, el saludo cariñoso de los compañeros trabajadores de la institución.
Algo grave está ocurriendo
Ya en la Caja me llamó la atención que sólo se
me facturara un par de exámenes, por lo que le dije al cajero que debía facturar
todos. El me mira y me dice, “doctor hay muchos
exámenes que no se están haciendo porque no hay reactivos”. Entre los
exámenes que faltan está el hemograma, un examen que si existe hasta en una “posta
de barrio” lo cual ya es harto significativo.
¿Y ahora?
Dije, casi por decir alguna frase, porque entendía que en razón a su función y
desde su puesto de trabajo él no tenía ninguna posibilidad de modificar esta
situación. Sin embargo, conversamos algunas cosas, entendiendo entonces porque casi
no había cola en Caja, cuando antes eran unas colas interminables y que eran precisamente
una de las causas del tiempo de espera prolongado en la consulta externa. La
cola podía ser entendido también como un indicador de demanda.
De Guatemala a Guatepeor
En Laboratorio, mientras me tomaban las
muestras para los pocos exámenes que me habían facturado le preguntaba al
técnico su apreciación sobre este problema, a lo que respondía: “doctor estamos hasta las patas, no hay
reactivos y por eso no se hacen muchos análisis. No es como antes que no nos
dábamos abasto para atender a tanta gente”. Era la apreciación de un trabajador
del Servicio de Laboratorio, quien vive el problema diariamente por lo cual su respuesta
debía ser tomada como válida.
En Rayos X me tomaron la placa rápidamente y me
entregaron el CD con la grabación de la imagen radiológica, la cual vista en el
computador estaba normal.
La opinión del Cuerpo Médico
Entré a los ambientes de la Asociación del
Cuerpo Médico, pues de repente encontraba en esos momentos al Presidente de este
órgano gremial. No estaba, pero si había la copia ampliada del PRONUNCIAMIENTO
justamente sobre este problema cuyo tenor concluye con la siguiente frase: “Salvemos
el Hospital Carrión”.
Un problema de gestión
La función principal del director del establecimiento,
así como de su Comité Asesor es hacer que las Unidades de Producción Estratégica
(Laboratorio, por ejemplo) funcionen al 100%, pues estas generan los principales
ingresos para la institución.
Si no tienen capacidad para ello deberían dar
un paso al costado.
PD: En un segundo artículo ampliaremos sobre esta
preocupante situación. (continuará)
Callao, 30 de junio de 2019
Etiquetas: Hospital, Salud Pública, Sanitarias