Que no panda el cúnico: El Síndrome de Guillain Barré
De pronto, los peruanos estamos viendo con extrema preocupación el desarrollo de una enfermedad llamada “Síndrome de Guillain Barré”, que afecta principalmente los nervios que controlan los movimientos de brazos y piernas, causando debilidad muscular progresiva e inclusive la muerte y que a luz de la data histórica del Ministerio de Salud usualmente no presentaba estas características tan gravosas para la salud de la población.
Que no panda el cúnico
Como sucede en estos casos, medios de
comunicación con extrema ligereza, llevados por un afán mercantilista, se
refieren a connotaciones epidémicas con lo cual acrecienta el pánico en la población
que ve a partir de esta información, como “avanza” la enfermedad por el resto
del país, mostrando también -con ello- las debilidades crónicas del sector
salud, siempre desatendidas.
Entonces hay que poner calma (Que no panda el cúnico diría Chespirito,
el popular personaje del Chavo del ocho) más aún cuando desde la propia esfera
oficial funcionarios gubernamentales más confunden que aclaran, lo que ha
devenido a que se tenga la tentación de decir que en realidad se trata de una “epidemia mediática” en un país donde
fácilmente se crean cortinas de humo.
¿Importa saber si es
un síndrome o una enfermedad?
La gente se pregunta entonces, ¿Qué es ese
síndrome? pues el término no es de legos sino del ámbito de la medicina. Tratar
de explicarle a la población como si se tratara de una cuestión fundamental la
diferencia entre síndrome y enfermedad no es para nada trascendente, revelando más
bien la falta de percepción y tal vez carencia de liderazgo.
La gente escucha decir a las autoridades que la
enfermedad no es contagiosa, pero que para evitarla deben lavarse las manos,
circunstancia asociada más bien a enfermedades que si son contagiosas.
Entonces lo importante es decirle en el
lenguaje más entendible lo que está ocurriendo en el sistema sanitario, que al
parecer está circunscrito a nuestras fronteras, pues no tenemos noticias que
este asunto las haya trascendido por lo menos, con esta magnitud.
¿Cómo se analiza un
problema de salud pública?
Un problema de salud puede llamar la atención
por muchos motivos, como este caso donde la afectación de las extremidades
limita severamente al paciente, reportándose ya algunos casos de muerte por
esta causa; o porque el número de casos se va presentando con una frecuencia
mayor de la usual, confrontando con los periodos históricos anteriores.
La clínica y la
epidemiología
Obviamente, privilegiando un enfoque clínico, a la gente le
preocupan los síntomas, por lo cual acude a los establecimientos de salud donde
un profesional médico tendrá la capacidad de hacer el diagnóstico y determinar
las medidas terapéuticas adecuadas, reclamándose entonces la provisión de
insumos que son caros o inexistentes en las zonas donde la enfermedad se viene
presentando y que por no ser la capital de la Republica, las carencias son aún
mayores.
Pero además, es obligación del Estado contener
el avance de la enfermedad, justamente para evitar la aparición de nuevos casos
o que se alcancen connotaciones epidémicas.
Para estas acciones de prevención y/o control tenemos
que utilizar el enfoque epidemiológico
el cual, integrando la clínica, la microbiología y otras ciencias nos llevará a
conocer las razones por las cuales este problema de salud ha aparecido, por qué
se mantiene con estas características y cuáles son los grupos de riesgo y también
hacer una proyección del curso de la enfermedad en función a la fase de
descenso de la curva.
En principio, en medicina no hay una causa
única en las enfermedades. Es necesario entender a partir de la multicausalidad,
la relación entre el agente infectante y el huésped susceptible, la cual está
determinada por las condiciones particulares del medio ambiente (triada
ecológica). ¿Estará asociada a la pobreza esta enfermedad?
Así iremos buscando al agente infectante para
estudiar su comportamiento en este proceso; igualmente las características del ser
humano afectado, cuál es su nivel de susceptibilidad, cómo se afecta su sistema
inmunológico para generar una lesión autoinmune contra los nervios periféricos;
qué ha sucedido en este medio ambiente regional que donde se han iniciado los
casos, (caso índice), es decir estudiar las características de esa zona
geográfica que han resultado favorables al desarrollo de la enfermedad y luego
cómo van apareciendo casos en las otras regiones.
¿Cómo entender que un
agente infeccioso desencadene una respuesta autoinmune?
El ser vivo tiene un sistema de defensa que se
activa cuando toma contacto con un agente externo como puede ser un virus o una
bacteria por ejemplo, desencadenándose mecanismos que permitan al propio
organismo hacerle frente “al extraño”. Eso ha permitido sobrevivir como especie
a lo largo de toda nuestra existencia sobre el globo terráqueo.
Entonces, qué está pasando en este proceso
donde la respuesta inmunológica se direcciona equivocadamente contra ciertos
órganos de nuestro propio organismo en lo que se conoce como “respuesta
autoinmune”, porque primero aparece una enfermedad infecciosa y luego, cuando
se supone que el paciente se ha restablecido aparecen como manifestaciones
tardías este compromiso neurológico que afecta principalmente a los nervios
periféricos de las extremidades superiores e inferiores.
Trataba de explicarles esta respuesta anormal del
organismo a un grupo de escolares y uno de ellos con mucha perspicacia y
dominado por el mundo de la microtecnología me dijo que esto tenía mucha
semejanza con lo que puede hacer un hacker para inducir la autolesión.
No mezclar papas con
camotes
El Consejero Médico de RPP Noticias, doctor
Elmer Huerta, dijo que “los 548 casos
registrados hasta la fecha con Guillain Barré según un reporte del Minsa,
comprenderían pacientes aún no confirmados con el síndrome”.
Explicó que “en
los primeros días, cuando se reportan casos de una enfermedad en los medios de
comunicación, personas que presentan síntomas similares van a los hospitales,
donde son registrados como posibles afectados, pero cuando ya se filtra, se
hacen exámenes clínicos muy cuidadosos [...] entonces ahí recién se confirma un
caso, entonces eso ya baja muchísimo el número.
De manera que es necesario distinguir los casos probables
o sospechosos, de los que sí son casos confirmados; y que las cifras
alarmantes de la ocurrencia de casos parece ser una lectura exagerada porque no
se está centrando la información en los casos definitivos y se engloba muchos
que no los son porque corresponden a casos probables”.
Callao, 15 de junio de 2019.
Etiquetas: Política, Salud Pública, Sanitarias
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