Día del Médico Internista IV
A propósito de los comentarios ya realizados sobre la definición, el concepto, el espacio que le corresponde, etc. a la Medicina Interna, me permito señalar otro de los criterios que debemos tener en cuenta: el de la COMPLEJIDAD, que tiene un doble aspecto:
- La complejidad del problema clínico, y
- El nivel de complejidad de los Servicios de Salud.
Compete al Internista afrontar y resolver o encaminar la mayoría de problemas clínicos de complejidad mediana y algunos de mayor complejidad (de los adultos), de modo tal que los de complejidad simple son terreno del médico general y los de gran complejidad, corresponden a las otras especialidades clínicas. Por ejemplo: Establecer el diagnóstico de hipertensión arterial esencial, realizar la evaluación integral inicial de compromiso de órganos blanco e iniciar los diversos aspectos del tratamiento, son terreno del internista. Aquí el Cardiólogo, el oftalmólogo u otros especialistas contribuyen según el plan trazado por el Internista. Sin embargo, una hipertensión refractaria a tratamiento, un cuadro de HTA acelerada, deben ser resueltos por el Cardiólogo. Finalmente (es un decir) una hipertensión leve, estable y bajo control, puede ser seguida y controlada periódicamente por el médico general.
Una persona con diagnóstico bien establecido de migraña sin aura o migraña común, puede ser controlada periódicamente por el médico general. Si hay un cambio en la intensidad y frecuencia del dolor, entra a tallar el internista hasta lograr nuevamente la estabilidad; pero sin en su examen de fondo de ojos sospecha que hay edema de papila, sin duda alguna: terreno del Neurólogo.
Este criterio de complejidad del problema clínico, resulta muy útil y debería ayudar al manejo de las personas que en ocasiones se ponen en riesgo cuando un problema de complejidad mayor, es demorado o no identificado por el médico general en el Centro de Salud para la referencia que corresponde. En el otro extremo, se encuentran los especialistas que "marcan" su terreno tan sólo con el diagnóstico establecido.
Dr. Manuel Herrera Quevedo
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