Muchos
países en los distintos continentes y en diferentes momentos históricos han sido afectados por el éxodo masivo de
gentes que salen de sus países de origen en búsqueda de futuros inciertos, bajo
la premisa que la incertidumbre es mejor que la nada.
Lo hemos
visto en la parte final del siglo XX como consecuencia de las guerras en
Yugoeslavia y más recientemente en Siria y también el éxodo africano hacia la
vieja Europa buscando escapar de situaciones donde el concepto “humano” es casi
inexistente. Ante ello, las respuestas de los países destino ha sido variada,
llegando en el mejor de los casos a proponer una aceptación proporcional de
esta población en los diferentes países diana.
En América
latina estamos viviendo uno de los movimientos de población masivos más
grandes en la historia de este continente según ACNUR, el Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados, lo cual ha generado preocupación no
solo porque se trata de una población que afronta situaciones difíciles para
sobrevivir, sino que para agravar las cosas, las mujeres y los niños se vuelven
extremadamente vulnerables a las mafias que se aprovechan para el tráfico de
mujeres para la prostitución y niños que también son víctimas de la explotación
laboral, como da cuenta El Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de la
Secretaria de la Mujer de Bogotá en el monitoreo de esta situación.
El colapso sanitario por la extremada
concentración de personas en las ciudades fronterizas
El ser
humano desde que se levanta hasta que se acuesta tiene necesidades fisiológicas
tales como orinar o defecar, lo que en ciudades ordenadas se hace con un manejo
adecuado de la red de agua y alcantarillad; pero cuando se produce el éxodo
masivo, las ciudades fronterizas colapsan en razón a que su planificación
urbana no ha estado preparada para soportar esta contingencia.
Migrantes
que duermen en calles y plazas tienen las naturales necesidades de hacer pichi
y caca imposibles de contener, utilizando lugares no adecuados para este fin porque
no se encuentran en viviendas formales y no hay un sistema de letrinas, lo que
determina que lo hagan al aire libre, lo cual conlleva riesgos de epidemias por
fecalismo al aire libre, además de los males olores que se producen y que
generan comprensible malestar en los habitantes de estas ciudades.
El hacinamiento
No solo
los reportajes de los medios de comunicación, sino los propios pobladores dan cuenta
de las condiciones de hacinamiento en que viven, circunstancia que significa en
todo orden de cosas un alto riesgo para el desarrollo de epidemias como aquellas
de rápida trasmisión respiratoria de tipo viral y también de la tuberculosis.
Las epidemias de enfermedades
inmunoprevenibles.
En un post
anterior dimos cuenta de la reaparición del sarampión en las Américas,
continente que había sido declarado libre de esta enfermedad, siendo que el Perú se encontraba libre de
transmisión de sarampión desde el 2000; y
también se consideraba eliminado de las Américas desde 2002.
Pero ahora estamos ante una reemergencia de la enfermedad con
connotaciones pandémicas, lo cual ha determinado que se declare la alerta
sanitaria. Además la prostitución clandestina a que se ven sometidas algunas por las mafias de "trata de blancas" conlleva el riesgo de diseminar infecciones de trasmisión sexual, incluida el VIH.
El tema de la alimentación.
La
población en éxodo tiene alto riesgo de malnutrición, al margen de su nivel
inicial, porque no tiene la provisión de alimentos.
Ante esta
necesidad, expresando la solidaridad innata al ser humano, se están brindando
raciones de alimentos que son preparados en lugares no acreditados para ello, sin
seguir tampoco necesariamente con adecuadas reglas de higiene para la
manipulación de alimentos, lo cual es también un factor de riesgos para la trasmisión
de enfermedades que se transmiten por tubo digestivo.
La atención de salud.
Estos riesgos,
inherentes a la situación descrita y la desprotección sanitaria no solo los
hace vulnerables a enfermedades como estamos describiendo, sino que en el caso
de enfermar requieren atención médica.
En un
sistema de salud neoliberal, quienes no cuentan con cobertura de salud por
algún sistema de seguros público o privado deben afrontar el costo del
tratamiento con gasto de bolsillo, lo cual se torna en un agravante más para
afrontar la enfermedad, por lo cual el estado peruano les viene brindando atención
totalmente gratuita por el Seguro Integral de Salud (SIS). Pero resulta que
este seguro está colapsado desde hace mucho tiempo y de pronto con un
presupuesto insuficiente está subsidiando la atención de la población migrante.
La educación de los niños
En el caso
de los niños que deben continuar sus estudios, estos han sido ingresados a la
escuela pública, la cual también ha colapsado porque el número de alumnos por
aula ha sido sobrepasado con mucho.
El tema del desempleo
El
incremento de población sin ingresos económicos en una región que no ha estado
preparado ante una avalancha de oferta de trabajo también resulta problemática, porque genera sobreoferta de mano de obra en un país que de acuerdo a sus indicadores
económicos arrastra déficit de puestos de trabajo así como importantes tasas de
desocupación expresadas desde antes del fenómeno social que se viene produciendo.
Business are business (bisnes ar bisnes) y la
política del “cholo barato”
El empresario
en la lógica del “business are business”, traducido como “negocios son
negocios” busca maximizar la ganancia. Para ellos la nacionalidad del
trabajador no es un problema (que nacionalismo ni ocho cuartos) pues lo que les
interesa es tener un trabajador a quien le pueda pagar menos en la típica versión
del “cholo barato” con lo cual disminuye su estructura de costos e incrementa
su margen de utilidad.
Esta sobreoferta
de mano de obra aparece como una espada de Damocles sobre el trabajador peruano
que se encuentra ante el riesgo de despido y ser lanzados a la desocupación.
No hay lonche gratis
Esta frase
de nuestra lengua familiar implica el hecho de que ningún beneficio es totalmente
gratuito. El término tiene su origen hace más de dos siglos con Adam Smith, el
padre de la economía moderna, quien recordó a todos que no hay lonche gratis.
Ese es uno
de los problemas de fondo para la gobernabilidad del pais porque los costos de alimentación,
de educación y de salud que el estado peruano viene asumiendo en la atención de
esta población se hace con dinero que sale del presupuesto nacional, el cual
proviene finalmente del pago de impuestos que hacemos los peruanos.
Este
egreso no ha estado planificado, de manera que tiene que salir del fondo de
contingencia. Situación similar se viene planteando en los otros países afectados
por la ola migratoria, Colombia por ejemplo, está solicitando ayuda económica
internacional para atender el éxodo venezolano; Perú declara el estado de
emergencia sanitaria en la frontera; Brasil ha debido movilizar tropas para
evitar el enfrentamiento en su frontera entre brasileños y migrantes y ha
empezado un política de interiorización de venezolanos en otras ciudades del
país para atenuar los problemas sociales que se han dado en la fronteriza ciudad del estado de
Roraima principalmente.
El tema de los “corredores humanitarios”
Los llamados
“corredores humanitarios” solo sirven para facilitar el tránsito de este éxodo y es un medio utilizado para "sacarse el problema de encima" y evitar los costos que estamos
describiendo, tanto sociales y económicos.
Es la razón
por la cual Ecuador tomó la decisión de servir de “corredor humanitario” y a
través de una flota de buses ha sacado de su país a esta población migrante para llevarla
a la frontera binacional, puerta de ingreso al Perú.
El estado ausente
Lamentablemente,
sin calcular adecuadamente la magnitud del problema en su real perspectiva, el
gobierno de Kuczynski abrió las fronteras en el contexto de la lucha política
contra el gobierno de Venezuela, sirviendo de alfil del presidente Trump, aun
cuando los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) desarrollan una política de puertas cerradas para los
extranjeros bajo el supuesto de dar más trabajo a los norteamericanos y hacer
crecer su economía.
El Perú se
vio así involucrado en un problema que no se va a resolver ni con la guerra
contra Venezuela como lo ha venido planteando Estados Unidos a través de una
invasión con apoyo de los ejércitos sudamericanos integrantes del denominado Grupo
de Lima, a la cual debemos oponernos porque sería una catástrofe continental.
El
problema ya se escapó de las manos y recién ahora el gobierno empieza a darse
cuenta del impacto de esta crisis, de su mal manejo inicial donde el estado estuvo
ausente, quedándose solo en la pataleta de una xenofobia inexistente, con el
coro de medios de prensa que se muestran incapaces de analizar las cuestiones
de fondo.
No es un tema electoral para los alcaldes de Lima
metropolitana
Este
tampoco en un problema de Lima y que por tanto no debe estar en la agenda
electoral, sino que corresponde al gobierno central asumirlo.
Demandamos
una actitud inteligente de nuestros gobernantes orientados a manejar
adecuadamente el problema.
Callao, 01.09.18
Etiquetas: Política, Salud Pública