sábado, 1 de septiembre de 2018

Hablar de xenofobia ante el éxodo venezolano es una cojudez. El problema de fondo es otro


Muchos países en los distintos continentes y en diferentes momentos históricos  han sido afectados por el éxodo masivo de gentes que salen de sus países de origen en búsqueda de futuros inciertos, bajo la premisa que la incertidumbre es mejor que la nada.

Lo hemos visto en la parte final del siglo XX como consecuencia de las guerras en Yugoeslavia y más recientemente en Siria y también el éxodo africano hacia la vieja Europa buscando escapar de situaciones donde el concepto “humano” es casi inexistente. Ante ello, las respuestas de los países destino ha sido variada, llegando en el mejor de los casos a proponer una aceptación proporcional de esta población en los diferentes países diana.

En América latina estamos viviendo uno de los movimientos de población masivos más grandes en la historia de este continente según ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, lo cual ha generado preocupación no solo porque se trata de una población que afronta situaciones difíciles para sobrevivir, sino que para agravar las cosas, las mujeres y los niños se vuelven extremadamente vulnerables a las mafias que se aprovechan para el tráfico de mujeres para la prostitución y niños que también son víctimas de la explotación laboral, como da cuenta El Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de la Secretaria de la Mujer de Bogotá en el monitoreo de esta situación.

El colapso sanitario por la extremada concentración de personas en las ciudades fronterizas

El ser humano desde que se levanta hasta que se acuesta tiene necesidades fisiológicas tales como orinar o defecar, lo que en ciudades ordenadas se hace con un manejo adecuado de la red de agua y alcantarillad; pero cuando se produce el éxodo masivo, las ciudades fronterizas colapsan en razón a que su planificación urbana no ha estado preparada para soportar esta contingencia.

Migrantes que duermen en calles y plazas tienen las naturales necesidades de hacer pichi y caca imposibles de contener, utilizando lugares no adecuados para este fin porque no se encuentran en viviendas formales y no hay un sistema de letrinas, lo que determina que lo hagan al aire libre, lo cual conlleva riesgos de epidemias por fecalismo al aire libre, además de los males olores que se producen y que generan comprensible malestar en los habitantes de estas ciudades.

El hacinamiento

No solo los reportajes de los medios de comunicación, sino los propios pobladores dan cuenta de las condiciones de hacinamiento en que viven, circunstancia que significa en todo orden de cosas un alto riesgo para el desarrollo de epidemias como aquellas de rápida trasmisión respiratoria de tipo viral y también de la tuberculosis.

Las epidemias de enfermedades inmunoprevenibles.

En un post anterior dimos cuenta de la reaparición del sarampión en las Américas, continente que había sido declarado libre de esta enfermedad, siendo que el Perú se encontraba libre de transmisión de sarampión desde el 2000; y también se consideraba eliminado de las Américas desde 2002.

Pero ahora estamos ante una reemergencia de la enfermedad con connotaciones pandémicas, lo cual ha determinado que se declare la alerta sanitaria. Además la prostitución clandestina a que se ven sometidas algunas por las mafias de "trata de blancas" conlleva el riesgo de diseminar infecciones de trasmisión sexual, incluida el VIH.

El tema de la alimentación.

La población en éxodo tiene alto riesgo de malnutrición, al margen de su nivel inicial, porque no tiene la provisión de alimentos.

Ante esta necesidad, expresando la solidaridad innata al ser humano, se están brindando raciones de alimentos que son preparados en lugares no acreditados para ello, sin seguir tampoco necesariamente con adecuadas reglas de higiene para la manipulación de alimentos, lo cual es también un factor de riesgos para la trasmisión de enfermedades que se transmiten por tubo digestivo.

La atención de salud.

Estos riesgos, inherentes a la situación descrita y la desprotección sanitaria no solo los hace vulnerables a enfermedades como estamos describiendo, sino que en el caso de enfermar requieren atención médica.

En un sistema de salud neoliberal, quienes no cuentan con cobertura de salud por algún sistema de seguros público o privado deben afrontar el costo del tratamiento con gasto de bolsillo, lo cual se torna en un agravante más para afrontar la enfermedad, por lo cual el estado peruano les viene brindando atención totalmente gratuita por el Seguro Integral de Salud (SIS). Pero resulta que este seguro está colapsado desde hace mucho tiempo y de pronto con un presupuesto insuficiente está subsidiando la atención de la población migrante.

La educación de los niños

En el caso de los niños que deben continuar sus estudios, estos han sido ingresados a la escuela pública, la cual también ha colapsado porque el número de alumnos por aula ha sido sobrepasado con mucho.

El tema del desempleo

El incremento de población sin ingresos económicos en una región que no ha estado preparado ante una avalancha de oferta de trabajo también resulta problemática, porque genera sobreoferta de mano de obra en un país que de acuerdo a sus indicadores económicos arrastra déficit de puestos de trabajo así como importantes tasas de desocupación expresadas desde antes del fenómeno social que se viene produciendo.

Business are business (bisnes ar bisnes) y la política del “cholo barato”

El empresario en la lógica del “business are business”, traducido como “negocios son negocios” busca maximizar la ganancia. Para ellos la nacionalidad del trabajador no es un problema (que nacionalismo ni ocho cuartos) pues lo que les interesa es tener un trabajador a quien le pueda pagar menos en la típica versión del “cholo barato” con lo cual disminuye su estructura de costos e incrementa su margen de utilidad.

Esta sobreoferta de mano de obra aparece como una espada de Damocles sobre el trabajador peruano que se encuentra ante el riesgo de despido y ser lanzados a la desocupación.

No hay lonche gratis

Esta frase de nuestra lengua familiar implica el hecho de que ningún beneficio es totalmente gratuito. El término tiene su origen hace más de dos siglos con Adam Smith, el padre de la economía moderna, quien recordó a todos que no hay lonche gratis.

Ese es uno de los problemas de fondo para la gobernabilidad del pais porque los costos de alimentación, de educación y de salud que el estado peruano viene asumiendo en la atención de esta población se hace con dinero que sale del presupuesto nacional, el cual proviene finalmente del pago de impuestos que hacemos los peruanos.

Este egreso no ha estado planificado, de manera que tiene que salir del fondo de contingencia. Situación similar se viene planteando en los otros países afectados por la ola migratoria, Colombia por ejemplo, está solicitando ayuda económica internacional para atender el éxodo venezolano; Perú declara el estado de emergencia sanitaria en la frontera; Brasil ha debido movilizar tropas para evitar el enfrentamiento en su frontera entre brasileños y migrantes y ha empezado un política de interiorización de venezolanos en otras ciudades del país para atenuar los problemas sociales que se han dado en la fronteriza ciudad del estado de Roraima principalmente.

El tema de los “corredores humanitarios”

Los llamados “corredores humanitarios” solo sirven para facilitar el tránsito de este éxodo y es un medio utilizado para "sacarse el problema de encima" y evitar los costos que estamos describiendo, tanto sociales y económicos.

Es la razón por la cual Ecuador tomó la decisión de servir de “corredor humanitario” y a través de una flota de buses ha sacado de su país a esta población migrante para llevarla a la frontera binacional, puerta de ingreso al Perú.

El estado ausente

Lamentablemente, sin calcular adecuadamente la magnitud del problema en su real perspectiva, el gobierno de Kuczynski abrió las fronteras en el contexto de la lucha política contra el gobierno de Venezuela, sirviendo de alfil del presidente Trump, aun cuando los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) desarrollan una política de puertas cerradas para los extranjeros bajo el supuesto de dar más trabajo a los norteamericanos y hacer crecer su economía.

El Perú se vio así involucrado en un problema que no se va a resolver ni con la guerra contra Venezuela como lo ha venido planteando Estados Unidos a través de una invasión con apoyo de los ejércitos sudamericanos integrantes del denominado Grupo de Lima, a la cual debemos oponernos porque sería una catástrofe continental.

El problema ya se escapó de las manos y recién ahora el gobierno empieza a darse cuenta del impacto de esta crisis, de su mal manejo inicial donde el estado estuvo ausente, quedándose solo en la pataleta de una xenofobia inexistente, con el coro de medios de prensa que se muestran incapaces de analizar las cuestiones de fondo.

No es un tema electoral para los alcaldes de Lima metropolitana

Este tampoco en un problema de Lima y que por tanto no debe estar en la agenda electoral, sino que corresponde al gobierno central asumirlo.

Demandamos una actitud inteligente de nuestros gobernantes orientados a manejar adecuadamente el problema.


Callao, 01.09.18

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