viernes, 28 de septiembre de 2018

“Eso no es delito, a lo más es una falta ética”

La sociedad viene siendo sacudida por la revelación de las conductas ordinarias de quienes se encuentran en las más altas esferas del poder y que expresan la crisis de gobernabilidad que vive el país, pues suponíamos que ellos deberían ser un paradigma ético para los gobernados.

Por esta razón, creemos oportuno colocar en nuestro blog el artículo del Dr. Salomón Zavala Sarrio, Director del Instituto de Ética de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, publicado en la edición de setiembre del 2018.

“Eso no es delito, a lo más es una falta ética”

Dr. Salomón W. Zavala Sarrio

En estos días llenos de audios que han desnudado la verdadera estructura de nuestro sistema judicial, la frase del título, dicha por uno de los más altos magistrados del país, nos hace temblar, ya que parecería mostrar el fracaso de nuestro sistema de valores y aun del sistema educativo.  Es más, pone en duda inclusive la formación inicial que recibimos en los hogares.

El decir “a lo más es una falta ética” revela que el valor que se le da a la ética es minúsculo y hasta se podría prescindir de ella. Si revisamos el origen de los sistemas que permiten la convivencia pacífica en sociedades heterogéneas, a los cuales hemos dado el nombre de leyes o normas jurídicas, es posible establecer las siguientes características:
  • Son heterónomas, es decir, hechas por otros, en cuya génesis no hemos tenido participación.
  • Son de cumplimiento obligatorio.
  • Van acompañadas de sanción, y es a veces el temor a esta lo que hace que se cumplan aun estando en desacuerdo.
  • Es el poder del Estado el que impone su cumplimiento.
Aquí nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Son estas las únicas normas que existen o hay otras  diferentes?

Para desconsuelo de nuestros magistrados, la respuesta es afirmativa, ya que existen las normas éticas. A partir de ellas, también se pueden distinguir 4 características:
  1. Son autónomas, las hacemos nosotros mismos.
  2. Son de cumplimiento voluntario.
  3. No tienen sanción, tal vez una autosanción.
  4. Es el poder de nuestra conciencia el que hace que las cumplamos.
Entonces, ¿pueden coexistir ambos sistemas? ¿Tienen igual valor o alguno de ellos es superior?

En el actual estado en que se encuentra el país, con estructuras como el poder ejecutivo, legislativo y judicial en cuestión, vale la pena reflexionar en cuál de los sistemas podría ayudarnos a conseguir un estilo de vida superior, donde la justicia no sea una commodity sujeta a las leyes del mercado, cuyo dios es el dinero y que, tal como los audios han puesto en evidencia, tiene muchos apóstoles.

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Medicina de San Fernando - Instituto Ética en Salud
Local Central Av. Grau 755 Lima 01 / Central Telefónica (511) - 6197000 Anexo: 4626





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