domingo, 22 de mayo de 2022

La viruela del mono

La viruela del mono - CIE-10 B04

Desde hace bastante poco, estamos recibiendo noticias de la denominada “viruela del mono”, una enfermedad inusual, de carácter zoonótica (enfermedad que circula entre animales) con comportamiento endémico en el continente africano. Lo llamativo es que se están notificando casos por fuera del llamado “continente negro”, por lo que esta serie de casos ha generado preocupación.

Entre el 13 y el 21 de mayo de 2022 se han detectado 92 casos. Los países con mayor afectación son España, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia y Francia. Todos los casos sin antecedente de viaje a un área endémica y sin vinculo epidemiológico entre los casos reportados en los diferentes países.

Sin embargo, los científicos no esperan que el brote se convierta en una pandemia como el COVID-19, dado que el virus no se propaga tan fácilmente como el SARS-COV-2.

Recordando a la viruela humana

Recordemos que la viruela humana fue una de las enfermedades más temidas del mundo y dada su alta contagiosidad se calcula que solo en el siglo XX provocó unos 500 millones de muertes, pero que después de al menos 3.000 años en los que esta infección estuvo presente en el mundo, fue oficialmente declarada erradicada en la 33.ª Asamblea Mundial de la Salud de 1980, convirtiéndose en la única enfermedad en humanos que ha logrado ser erradicada, lo que ha representado uno de los mayores triunfos de la salud pública global, gracias principalmente a la estrategia de vacunación “100% geográfica, 100% demográfica”.

En la anécdota han quedado los llamados “borraditos”, aquellas personas que quedaron con las huellas de la enfermedad en la cara.

¿Qué es la viruela del mono?

Es una zoonosis viral de carácter endémica del continente africano, causada por el virus de la viruela símica, que pertenece al género Orthopoxvirus, este incluye al virus variola (causante de la viruela). Se detecto por primera vez en 1958 en colonias de monos y el primer caso en humanos en 1970, en un niño de 9 años en el Congo.

Clínicamente la enfermedad se asemeja mucho a las formas clásicas de viruela. La linfoadenopatía es el signo más destacado y precoz y el brote cutáneo es de aspecto varioliforme (pleomórfico y aparición por oleadas sucesivas).

Transmisión

La viruela símica tradicionalmente se transmite principalmente por contacto directo o indirecto con sangre, fluidos corporales, las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión. La transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias.

Epidemiología

Los casos notificados que señalamos, no tienen antecedente de viaje a un área endémica en África Occidental o África Central. La mayoría de los casos iniciales se han detectado en clínicas de salud sexual, predominantemente entre hombres que se identificaron a sí mismos como homosexuales, bisexuales u hombres que tienen sexo con hombres, aun cuando es demasiado pronto para decir si la enfermedad se ha transformado en una transmisión sexual.

La dispersión geográfica de los casos en Europa sugiere que la transmisión puede haber estado en curso durante algún tiempo, por lo que no se descarta la ocurrencia de casos adicionales en otros países.

Notificación de casos

La Alerta Epidemiológica dada por la OPS 20 de mayo de 2022 para Viruela símica en países no endémicos, establece las siguientes definiciones:

  • Caso sospechoso
  • Caso probable
  • Caso confirmado
  • Definición de contacto

Investigación del caso

Durante los brotes de viruela símica en humanos, el contacto cercano con personas infectadas es el factor de riesgo más importante para la infección por el virus; y con ello el seguimiento de contactos es una medida clave de salud pública para controlar la propagación de la viruela del mono.

En el Perú no se han detectado casos, sin embargo, dado que estamos en un mundo globalizado, el Ministerio de Salud ya ha dado la Alerta Epidemiológica de alcance a los establecimientos de salud públicos y privados de todo el país. CODIGO: AE 010 -2022.

Tratamiento

El tratamiento de la viruela del simio se centra principalmente en el alivio de los síntomas. No existe un tratamiento seguro y comprobado para la infección por el virus de la viruela del simio.

Referencia

Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud. Alerta epidemiológica: Viruela símica en países no endémicos. 20 de mayo de 2022, Washington, D.C.: OPS/OMS; 2022

MINSA. Alerta Epidemiológica CODIGO: AE 010 -2022. 19 de mayo del 2022.

 

 

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viernes, 13 de mayo de 2022

La relación médico – paciente en contexto Covid-19


Como parte de las actividades a desarrollar en el curso de investigación cualitativa que estoy llevando en la PUCP, debo desarrollar el tema “evaluación de la relación médico – paciente (M-P) en el contexto de la pandemia de Covid-19”.

Es por todos conocidos que uno de los sectores afectados intensamente por la pandemia ha sido justamente la atención sanitaria, que ha debido desarrollar formas alternas que posibiliten realizar la atención médica, por lo menos en este período.

¿Cómo se ha afectado la relación M-P?

En la atención médica concurren 2 actores sociales, de un lado el profesional de la salud y de otro el paciente, pero el acto médico no se da en abstracto, sino en un contexto histórico social determinado, sea en los establecimientos de salud del sector público o del sector privado, con todas sus debilidades exhibidas por la pandemia. En tal sentido, podríamos evaluar la precepción de cada uno de estas personas en este contexto, con el propósito de conocer cómo ha afectado la actitud y la percepción de ambos en esta relación bi-direccional.

La percepción del paciente

La manera clásica de atención ha sido aquella donde el paciente acude en busca de la atención médica esperando -de acuerdo a sus patrones culturales- que tenga determinadas características que le brinden seguridad en el diagnóstico y en el tratamiento. De no ser así, siempre ha estado abierta la posibilidad de buscar segundas opiniones

La actitud del médico

La actitud del médico ha sido casi siempre vertical -paternalista en el enfoque bioético- buscando brindar una atención de calidad, para lo cual es formado en las escuelas de medicina, donde aprendió que esta interacción -antaño- era profundamente semiológica, heredera de la escuela francesa, pero que con la incorporación de nuevas tecnologías se producen cambios que resultan importantes para una mejor atención.

La pandemia como contexto

Durante la pandemia, los pacientes evitaron en un primer momento acercarse a los establecimientos de salud por temor al contagio, debido a que quienes acudían generalmente estaban afectados por el Covid-19, aunque llamaba la atención que lo hacían en un estadio de grave compromiso de su salud, buscando su internamiento, sea en Servicios Covid o en las Unidades de Cuidados Intensivos.

Importante señalar que la pandemia puso en evidencia las debilidades del sistema sanitario.

El personal de salud considerado de riesgo tuvo que permanecer en sus domicilios, justamente por su vulnerabilidad, en razón a que la estadística de la pandemia nos mostraba que la mayor mortalidad se daba en los adultos mayores.

Las alternativas en la relación M-P

En este contexto, donde los pacientes habían optado por no acudir al establecimiento de salud, fueron surgiendo las atenciones “virtuales”, ya sean telefónicas, por videollamadas o por el zoom, que permitía en algunos de estos casos, una comunicación “face to face”, mirándose los rostros, para comunicar la dolencia motivo de la consulta.

La ausencia del examen clínico ha sido una debilidad importante en estas circunstancia, lo que distorsionaba esa manera tradicional de la atención, bastante valorada por el paciente, afectándose este paradigma.

Por ello, el retorno a la presencialidad es valorado sobremanera por el paciente, porque siente que vuelve a ser considerado en esa percepción insustituible del examen clínico, el cual en algunos casos pasa solo tomarle el pulso durante la consulta. Nos atreveríamos a señalar que en ciertas patologías, sobre todo las de control, puede no proveer información necesaria y suficiente para el seguimiento; pero aún así, tendría un efecto más bien comunicacional, donde el paciente "siente" que es evaluado.

El futuro de la relación M-P

Para muchos, el retorno a la "antigua normalidad", con sus virtudes y defectos, nos hará volver a la atención clásica; y tanto el paciente como el médico, habrán de considerar -de repente- a la pandemia como un hecho superado y una anécdota en esta relación entre ambos.

En el análisis del contexto, el propio estado no parece estar interesado en la necesidad de mejorar el sistema sanitario, más allá de las palabras ¿y los deseos?, donde tampoco se aprecia el fortalecimiento del primer nivel de atención.

La atención no presencial va a quedar, principalmente para las atenciones de seguimiento de las patologías crónicas no transmisibles, lo que evitaría tanto las colas de pacientes en busca de consulta, como la congestión de los establecimientos de salud, a donde deberían acudir por cuestiones bastante puntuales en el manejo de casos.

 

Callao, 13 de mayo de 2022

 

 

 

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