Ecos de mi cumpleaños
El tiempo transcurre inexorable y
muchas tareas postergadas “para mañana” empiezan a pasarse y cuando nos damos
cuenta han transcurridos varios días desde el momento que nos habíamos
propuesto escribir estas notas.
Adicionalmente, dicen los que
saben que mejor se escribe cuando se recibe la visita de las musas y porque así
de manera súbita brota la inspiración que nos hace escribir sin parar, porque damos
rienda suelta también a la imaginación y entonces “la pluma”, es un decir
porque ahora usamos el teclado, fluye, por lo que debemos aprovechar esas
circunstancias.
Ecos de mi cumpleaños
Esta tarde pasado ya varios días de
mi cumpleaños, en la sobremesa recordábamos hechos y ocurrencias de esta fecha
y de manera ineludible aparece la frase “pero mira cómo pasa el tiempo porque
parece que fue ayer nomas que estuvimos reunidos en la cena”.
Cumpleaños en clases
Justamente para esta fecha estaba
programado el inicio de clases del diplomado de Auditoria Mèdica del cual soy
el docente coordinador. Sólo el círculo más cercano me saludo de manera
discreta casi al inicio de la jornada matinal, luego de lo cual empezamos las
clases.
Sin embargo grande fue mi
sorpresa cuando a la 1 de la tarde terminada la jornada matinal hacíamos un
alto para nuestro refrigerio, todos los alumnos al unísono, como obedeciendo a una
orden que yo no había escuchado empezaron a cantar el clásico “happy birthday”.
Por supuesto que casi se me
escapaban las lágrimas porque no es frecuente recibir el saludo cumpleañero de
esa manera, lo cual me ha llenado de satisfacción.
Terminada el saludo colectivo con
un grupo de colegas docentes del diplomado y amigos con quienes nos
reencontrábamos después de varios años desde que compartimos gratas experiencias
en el Hospital Ventanilla, nos dirigimos almorzar en un restaurante cercano,
“una cosa rápida nomás” porque la actividad académica debía continuar a las 2 de
la tarde.
Un lonchecito
Al final de la jornada académica de
este sábado, ya con más calma, con el grupo docente fuimos a tomar un lonchecito
en un conocido centro comercial del distrito de San Miguel.
La cena de amigos y familiares
Al llegar a casa, nos preparamos para
salir “con toda la tribu” a una cena en un restaurant capitalino que mis hijos habían
estado coordinando. Bueno los hijos crecen y empiezan a trabajar y pueden
coordinar y planificar algunas actividades como la celebración del cumpleaños
de papá.
Estuvieron amigos cercanos “de toda la vida” de quienes me pidieron sus teléfonos para
hacerles las invitaciones correspondientes, entre ellos a algunos compadres
quienes están siempre presentes cada año en circunstancias similares.
Así trascurrió el día de mi
cumpleaños, por lo que debo agradecer a mis familiares y amigos con quienes compartí
esta fecha y también a quienes a través las redes y los mensajes telefónicos me
hicieron llegar sus saludos. A todos, entonces, muchas gracias.
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