Mi hijo Fidel
Hace unos días colgué en el
Facebook unas fotos de la Ceremonia de Incorporación de mi hijo FIDEL al
Colegio de Ingenieros del Perú, realizada en el Teatro de la Universidad
Nacional de Ingeniería.
Esta publicación ha merecido una
enorme cantidad de “likes” y comentarios, todos positivos por cierto, de amistades
que compartían con nosotros la alegría por este logro, lo cual ha determinado
en parte que escriba estas notas de agradecimiento a las muestras de cariño
recibidas en las redes sociales.
El largo camino de la educación.
Parece que fue ayer que llevaba
de la mano a mi entonces pequeño FIDEL al Maura Rosa, un Centro de Educación Inicial
de la Provincia Constitucional del Callao, donde profesoras sumamente identificadas
con su labor se esforzaban en demostrar que la educación pública puede ser de
primer nivel. Lo entendía como una cuestión de autoestima de ese valioso equipo
docente que conocí en este CEI y a quienes vuelvo a agradecer por el rol que
cumplieron en esa primera fase de la educación de “Fidelito”, para lo cual involucraban
a los padres de familia al centro de enseñanza en una estrategia “win – win” para
superar debilidades organizacionales y así cumplir su propuesta de lograr las
metas establecidas por el Ministerio de Educación.
De pronto, vuelvo a mi memoria remota
para evocar los días que iba al Maura Rosa a las actividades que el colegio
organizaba, donde aparecían nuestros niños demostrando las habilidades
aprendidas bajo la conducción de esforzadas profesoras.
Logrando una meta
Pero el tiempo pasa y hoy me veo
colocado nuevamente en una foto como mi hijo FIDEL, pero esta vez incorporándose
a su Colegio Profesional, apto para ejercer su profesión en beneficio de la
sociedad, en un auditorio lleno de emocionados padres que coreaban el nombre
sus hijos en el momento que eran llamados para recibir de manos del Decano del
Colegio de Ingenieros el diploma que los acredita como Miembros Ordinarios de
la Orden.
Aparecer en una página social
Antes del internet y las redes
sociales, aparecer en las páginas sociales de algún medio de comunicación escrita
era pues un acontecimiento que requería un gasto para efectivizar la publicación.
Pero la aparición de esta megatendencia de la comunicación que es el internet y
el advenimiento de las redes sociales permite que cualquier “ciudadano de a pie”
coloque aquello que era impensable hasta hace unos años.
Resulta una actitud natural del
ser humano el compartir con nuestras amistades hechos relevantes de nuestra
vida y para ello existe ahora un medio democrático como el internet, gracias a
lo cual, como cantara nuestro recordado Luis Abanto Morales: “… nosotros los
cholos” también aparecemos en páginas sociales en esta época donde de manera
consensuada se dice que “si no estás en una red social no existes”.
Etiquetas: Familiar
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