Vacunas Sinopharm: "algo huele mal en Dinamarca",
"Algo huele mal en Dinamarca"
Esta frase que apareció en Hamlet
del dramaturgo inglés William Shakespeare, se utiliza en la vida política para
designar las cosas que no marchan bien en un país por causa de la corrupción.
Por ello, bien vale utilizarla para
referirnos a los últimos acontecimientos en torno al ensayo clínico Fase III de
la vacuna Sinopharm, toda vez que la reciente renuncia de la doctora Coralith
García al cargo de coordinadora no hace sino generar más interrogantes sobre un
estudio ya manchado en los últimos meses.
La doctora García asumió este
cargo a inicios de marzo de este año en reemplazo del doctor Málaga tras la suspensión
por parte de la Universidad Cayetano Heredia, al verse involucrado en el
escándalo político denominado “vacunagate”.
El vacunagate
Vacunagate ha sido el término
utilizado por los medios de comunicación para referirse al escándalo por las
vacunaciones irregulares de 487 personas (principalmente altos funcionarios del
Poder Ejecutivo del Perú) contra la COVID-19 que inició el 10 de febrero de
2021.
La crisis comenzó con la difusión
informativa que el entonces presidente Martín Vizcarra habría recibido las
vacunas contra la enfermedad del nuevo coronavirus destinadas a los ensayos
clínicos de Sinopharm de la Fase III en octubre de 2020 en Palacio de
Gobierno, sin ser esto de conocimiento público.
Impacto del vacunagate
Este escándalo ha tenido sus
“efectos bomba” en el Poder Ejecutivo obligando a la renuncia de Pilar
Mazzetti, ministra de Salud y Elizabeth Astete ministra de Relaciones
Exteriores.
En ese contexto, rodó la cabeza del
mismo Dr. Germán Málaga, médico coordinador del equipo de investigadores de
este ensayo clínico y por efecto dominó se vieron obligados a renunciar las más
altas autoridades de la Cayetano.
Las víctimas colaterales
La primera afectada ha sido la
Universidad Cayetano Heredia que ve mellado su prestigio como entidad
investigadora con este escándalo, lo cual podría repercutir en futuros
proyectos de investigación.
Otro grupo de afectados son los participantes
en este ensayo clínico en condición de voluntarios, pues en estos momentos señalan
que el estudio se encuentra “al garete”, que no saben si ya culminó o no, por
lo cual solicitan ante el Instituto Nacional de Salud (INS) que se “abran los ciegos”,
con lo cual podrían saber quiénes estuvieron en el grupo placebo y quienes fueron
inmunizados con cepa (Wuhan o Beijing). Para darle fuerza a su reclamo, los
voluntarios han realizado un plantón en las afueras de esta institución dependiente
del Ministerio de Salud, encargada de supervisar la investigación de este tipo
en nuestro país.
Por todo este escándalo, también
se ve afectada la propia empresa china responsable de la fabricación de la
vacuna Sinopharm.
Callao, 28 de marzo de 2021
Etiquetas: Política, Salud Pública