Carajo siquiera hoy día déjame comer un pedazo de panetón
Estuve pensando
si debía colocar o no como título de este post la frase original que lanzara
Luis el día que su esposa Elena le llamara la atención cuando lo vio comiendo
una buena tajada de panetón: “carajo siquiera
hoy día déjame comer un pedazo de panetón”, o tal vez en la eventualidad
que pudierta ser un poquito fuerte para algunos oídos debía cambiar el título por
una frase más edulcorada que tuviera el mismo significado, tal como “pero amor, siquiera esta vez déjame probar un
pedacito de panetón”.
La tentación navideña
Pero, de repente, guiada por la preocupación general de la diabetes que padece Luis y conocedora
de las perversas complicaciones de esta enfermedad cuando no es bien controlada, es que Elena
lo regaña tratando que cumpla las indicaciones médicas y no caiga en la
tentación de “sacar los pies del plato”,
expresión muy nuestra que significa en general “salirse de lo establecido”.
El asunto es
que en esta la época del año se vive un espíritu navideño, fecha en la que organizan "un compartir" en los ambientes laborales, el cual desde
el enfoque organizacional es útil porque fortalece las relaciones entre los integrantes
de los grupos de trabajo, donde no puede faltar de ninguna manera
una buena tajada de panetón, muchas veces untado de mantequilla y también “para
que no se atraque” acompañado de un vaso de bebida gaseosa de alguna de
las marcas tradicionales.
Recordemos que,
con mucho, los pliegos de reclamos de los gremios de trabajadores contienen la entrega una canasta navideña que debe incluir necesariamente
un panetón, aunque gremios de mayor poder han logrado un número mayor de estos
generosos productos que simbolizan la navidad, tal como escuchara alguna vez decir
que “no hay navidad sin panetón”,
significando que no habría fiestas navideñas su presencia en estas fechas.
¿Pero qué pasa con nuestros pacientes diabéticos?
Por cierto que los diabéticos no son seres extraterrestres ni tampoco podrían autoexcluirse de las reuniones
que se organizan por estas fechas, por lo que es necesario tener un enfoque
basado en una racionalidad social que les permita ciertas "licencias navideñas”, volviendo luego a sus
regímenes dieto terapéuticos.
Recordemos
que el hombre es un ser social por naturaleza, por lo cual necesita vivir en
comunidad. Hasta podríamos recordar que desde nuestros orígenes pudimos
sobrevivir como especie humana gracias a que enfrentamos las adversidades de
manera colectiva, lo que no hubiera sido posible si hubiese tenido actitudes individualistas.
Volviendo al
motivo de este post, sabemos también que como parte del enfoque terapéutico en
un Programa de Control de Diabetes, Luis ha recibido la visita de la
nutricionista. Entonces la señora Elena conociendo las debilidades de su esposo
lo regaña, pero no esperaba esta frase fuerte, que si la analizamos un poquito
más profundamente no sería si no la desesperación de quien ante las
restricciones que le ponen en su alimentación para
el mejor control de su enfermedad se abstraen del marco social que vivimos,
cayendo en un enfoque reduccionista.
Etiquetas: Misceláneas, Salud Pública