La crisis de oxígeno en época de COVID-19
La pandemia de Covid viene
desnudando cotidianamente la desatención del sector salud por parte de los
gobiernos bajo este sistema político y económico, donde todo se ha dejado al
sector privado, inclusive recursos estratégicos como el oxígeno y medicamentos.
Hemos sido testigos de excepción ver
como cientos de personas tienen que hacer largas colas en los lugares de
expendio de oxígeno para llevar siguiera un cilindro a medio llenar para
intentar paliar esta necesidad de su familiar que se encuentra internado en los
diversos nosocomios del país.
El hospital debe
proveer el oxigeno
De manera general diríamos, que
cuando un paciente es internado, el establecimiento de salud debe proveerle
todos los medicamentos e insumos fundamentales que requiera en este proceso de
hospitalización.
Ningún familiar tendría por qué
salir a buscar oxígeno en las calles, que no se vende como cualquier
medicamento a la sola presentación de la receta médica, porque además se ve obligado
a adquirir en primer lugar el envase, es decir un balón vacío y luego buscar
donde hacer el llenado de ese cilindro, en ambos casos con el riesgo de estar
ante precios especulativos “por la oferta y la demanda”, preguntándonos luego, ¿y
qué va a hacer después con ese balón?
La inercia del ministerio de
salud y la responsabilidad del estado
Ha tenido que mostrarse por
televisión la desesperación de la gente que veía morir a sus seres queridos
justamente porque en los hospitales donde se encontraban internados no podían
ofertarle este recurso indispensable para la vida, en algo nunca antes visto.
¿Dónde ha estado el ejecutivo
ante un problema que se veía venir por los antecedentes inmediatos de lo
ocurrido en la región Loreto? Ha tenido que ser un párroco y no el Estado el
que tomó la iniciativa para, de manera creativa, buscar una solución al
desabastecimiento de oxígeno de los pacientes en esa región.
Lamentablemente el gobierno no ha
tenido oportunamente los reflejos suficientes para intervenir en este problema.
Cuantas vidas ha costado esta desatención, incluyendo a los propios
trabajadores del sector salud, profesionales y no profesionales.
La mano oculta del mercado
Bajo los supuestos que la mano
oculta del mercado es el gran regulador de precios, se ha dejado todo ello al libre
mercado y por tanto a la ley de la oferta y la demanda. En este escenario se
vienen dando precios especulativos ante la desesperación justamente de gente pobre,
excluida de ese mercado, sin que se intervenga oportunamente “porque así son
las leyes del mercado”.
El gobierno, ante esta penosa
situación ha optado por adquirir oxígeno del exterior, lo cual entendemos será
temporal, para paliar el momento, porque no podemos estar destinando millones
de soles permanentemente cuando la solución puede ser de otra manera.
¿Y Por qué no hay oxígeno en
los hospitales del país?
Un tema a analizar porque
constituye la raíz del problema está en conocer las razones por las cuales los hospitales
no han podido responder con oferta suficiente a la demanda de oxígeno de los
pacientes.
La exministra de Salud Dra. Mazzetti, advirtió
que se está haciendo un “uso poco eficiente” de este insumo, puesto que lo
“ideal debe ser contar con una red y un tanque, no llenar balones”, aun cuando
alguien podría decir que ella fue la titular del sector y no hizo este
planteamiento es esa oportunidad.
Si los hospitales no pensaron en administrar el oxígeno a través de su almacenamiento en grandes isotanques, mucho menos han
planificado instalar una planta de oxígeno en el propio hospital, tal como
existe en algunos otros países.
El oligopolio del oxígeno
Se ha dejado que sea el sector
privado el proveedor de oxígeno medicinal.
Quien haga una búsqueda rápida de
esta información a través de internet podrá enterarse que en nuestro país
existe un oligopolio constituido por dos corporaciones globales, Linde
(Alemania) y Air Products (EE.UU.), los que -según se señala- concentran los
procesos de ventas de oxígeno medicinal destinado a los hospitales del
Ministerio de Salud, Essalud y gobiernos regionales durante los últimos años.
Las ventajas (no aprovechadas)
de una planta de oxígeno en los hospitales
- La producción propia de oxígeno puede representar un importante ahorro en la economía de las instituciones de salud.
- Constituye una alternativa económica para los caros depósitos como los isotanques y balones de oxígeno que se agotan prontamente.
- La producción de oxígeno in situ protege frente a la escasez de suministro.
- La producción propia de O2 permite disponer de este gas de manera continua, sin interrupciones.
- Es expresión de una gestión visionaria y exitosa.
REFERENCIAS:
Callao, 06 de junio de 2020.
Etiquetas: Hospital, Política, Salud Pública