domingo, 28 de agosto de 2016

El caso Shirley Meléndez bajo el Protocolo de Londres

Qué difícil resulta tener una explicación racional
frente a un drama humano.

En primer lugar es necesario mostrar nuestra solidaridad con la paciente Shirley Meléndez en este drama humano que le está tocando vivir al haber terminado con la amputación distal de sus extremidades en un nosocomio de alta complejidad de la ciudad capital y que le modifica totalmente su proyecto de vida.

En este escenario vemos como de manera lógica y esperable se ha generado un sinfín de opiniones, explicables muchas de ellas, pero también controversiales. Creemos sin embargo, como condición sine qua non que es necesario ponernos en los zapatos de los involucrados.

Por esta razón proponemos el “Protocolo de Londres” como Modelo Organizacional de Causalidad de Errores y Eventos Adversos para contribuir a esta tarea de encontrar las fallas en el proceso de atenciòn que necesariamente deben ser identificadas para evitar que se repitan acciones en donde todos perdemos, desde los pacientes hasta la misma credibilidad en el sistema de atenciòn.


Los actores sociales involucrados

En todo hecho de estas características es necesario identificar a los involucrados para entender sus posiciones en el análisis.
  1. De un lado tenemos el legítimo interés de la paciente quien desea en primer lugar una explicación satisfactoria sobre las razones que llevaron a los profesionales médicos a tomar una decisión que de seguro fue extremadamente difícil asumirla, aun cuando no quedara otra alternativa.
  2. Luego, la necesaria opinión de los médicos tratantes quienes han salido a los medios de comunicación a dar las explicaciones sobre esta difícil toma de decisiones que llevaron a la amputación de los segmentos corporales comprometidos.
  3. Asimismo, en este complejo ajedrez aparecen las necesarias opiniones y actitudes de los directivos de la organización donde se dieron los hechos.
  4. Otro actor social lo representan los medios de comunicación que deberían tener siempre una actitud sobria, alejada del periodismo amarillo.
  5. LA SOCIEDAD que ha visto con extremada preocupación lo que ha sucedido en un hospital paradigmático de la seguridad social, por lo que se necesita urgentemente recuperar la credibilidad y confianza en las instituciones de salud.
  6. En este contexto hemos visto como hasta el más alto dignatario de la nación ha salido a dar una muestra de solidaridad con la paciente, pese a no haber tenido la explicación final de este complejo caso que no logra digerirse completamente.
  7. El Colegio Médico, como institución tutelar de la ética y deontología médica también ha salido al frente para poner alto a lo que muchos consideran el bullyng mediático de un periodismo irresponsable, asegurando a la paciente y finalmente a la sociedad que se debe priorizar la investigación antes de dar opiniones que pueden finalmente afectar la credibilidad de los ciudadanos de nuestra patria en las instituciones que aparecen históricamente para brindar atenciones de salud de calidad.
  8. El propio estado también está activando sus mecanismos de control social a través de la Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo en la búsqueda de una explicación satisfactoria a la sociedad. 
La vida como bien superior

Desde nuestro padre Hipócrates la profesión mèdica tiene como paradigma el principio de “primum non nocere” que significa “Primero no hacer daño” .

Es así como todos estamos entendiendo que los médicos que tuvieron a su cargo el proceso de atenciòn a la paciente privilegiaron la vida como bien superior, asumiendo responsablemente una decisión que no tenía otra alternativa.

Nadie en su sano juicio puede asumir que un equipo de profesionales de la salud actuaría psicopatológicamente de manera colectiva para afectar a alguno de sus pacientes. Esa insania no podría ocurrir jamás.

Entonces bajo esta premisa busquemos la mejor explicación, que no debe darse para satisfacer personas o lograr tal vez justas expectativas que se ven desde el campo del derecho, sino para que los procesos de atención médica no lleguen a un final trágico como este y tal vez como otros similares que se están dando a conocer en el mundo.

Cómo analizar este proceso de atención en salud

Es explicable decimos, que cada actor social busque dar su mejor explicación de los hechos, aun cuando ello no sea necesariamente la más adecuada.

Las mismas autoridades de salud parecen no encontrar el camino que lleve al análisis causal, de manera que presionados por la opinión pública buscan solamente evaluar el acto médico, sin entender que este no se da en abstracto, en el éter, sino en un espacio y unas circunstancias concretas, que involucran a la propia organización de los servicios de salud donde se da la relación médico – paciente.

No es entonces sólo buscar responsabilidades en los profesionales de la salud, sino también asumir autocríticamente aquello que les corresponde como gestores de un sistema que cada cierto tiempo recibe críticas sobre su funcionamiento.

El Protocolo de Londres

Proponemos analizar el presente caso bajo el enfoque del Protocolo de Londres como Modelo Organizacional de Errores y Eventos Adversos en la Atenciòn Médica.

Se basa en modelo organizacional de accidentes de James Reason. Sirve para referirse a errores o eventos adversos que ocurren durante el proceso clínico asistencial. Implica ir más allá de identificar la falla o de establecer quién tuvo la culpa. Utiliza un enfoque estructural y sistemático evitando sobredimensionar la culpa a una persona.

Este protocolo cubre el proceso de investigación, análisis y recomendaciones. No está demás insistir en que la metodología propuesta tiene que desligarse hasta donde sea posible, de procedimientos disciplinarios y de aquellos diseñados para enfrentar el mal desempeño individual permanente.

En salud, con mucha frecuencia cuando algo sale mal los jefes tienden a sobredimensionar la contribución de uno o dos individuos y asignarles la culpa de lo ocurrido. Esto no quiere decir que la inculpación no pueda existir, lo que significa es que esta no debe ser el punto de partida, entre otras cosas porque la asignación inmediata de culpa distorsiona y dificulta una posterior investigación seria y reflexiva.

Reducir efectivamente los riesgos implica tener en cuenta todos los factores, cambiar el ambiente y lidiar con las fallas por acción u omisión de las personas. Esto jamás es posible en una organización cuya cultura antepone las consideraciones disciplinarias.

La teoría que soporta este protocolo y sus aplicaciones se basa en investigaciones realizadas fuera del campo de la salud. En aviación y en las industrias del petróleo y nuclear, la investigación de accidentes es una rutina establecida.
  • La primera actividad del proceso de análisis es siempre la identificación de las acciones inseguras en que incurrieron las personas que tienen a su cargo ejecutar la tarea (piloto, controlador de tráfico aéreo cirujano, anestesiólogo, enfermera, etc.). Las acciones inseguras son acciones u omisiones que tienen al menos el potencial de causar un accidente o evento adverso.
  • El paso siguiente es considerar el contexto institucional general y las circunstancias en que se cometieron los errores, las cuales son conocidas como factores contributivos. Estos son condiciones que predisponen a ejecutar acciones inseguras relacionadas con carga de trabajo y fatiga; conocimiento, pericia o experiencia inadecuados; supervisión o instrucción insuficientes; entorno estresante; cambios rápidos al interior de la organización; sistemas de comunicación deficientes; mala o equivocada planeación o programación de turnos; mantenimiento insuficiente de equipos e instalaciones. Todos estos factores son condiciones que pueden afectar el desempeño de las personas, precipitar errores y afectar los resultados para el paciente.
Este marco conceptual facilitará el análisis del caso en la medida que incluye desde elementos clínicos relacionados con la paciente, hasta factores del más alto nivel organizacional y de su entorno, que pueden haber jugado algún papel causal.


Referencias:
  1. Protocolo de Londres. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/CA/PROTOCOLO_DE_LONDRES_INCIDENTES%20CLINICOS.pdf
  2. Investigación y Análisis de Eventos Adversos. https://youtu.be/0uWwDxAKlck
  3. GARCIA CORCUERA Luis. "Protocolo de Londres en Auditoría". Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Diplomado de Auditoría Médica. 2016




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