Con mi pollito con papas no te metas
Esa frase se la hemos escuchado a muchos pacientes
subiditos de peso, diabéticos y con exceso de colesterol a pesar de las
recomendaciones de nuestros amigos nutricionistas quienes muchas veces aplican
regímenes dietéticos bastante restrictivos que corren el riesgo de generar
conflictos gastronómicos ante patrones culturales de alimentación.
¿Quién no ha comido su pollito con papa?
Caminar por los distritos de Lima y también el resto
del país nos lleva a ver una cantidad enorme de pollerías, no sólo las marcas
tradicionales “marketeadas” como tal, sino también pequeños negocios que se
dedican a esta agradable preparación del pollo que se acompaña de papas fritas con
ensalada de verduras y cuando no alguna bebida gaseosa.
La Asociación Peruana de Avicultura (APA) considera
al Perú como el mayor consumidor de pollo en Latinoamérica y estima que en la
actualidad el Perú cuenta con casi 13 mil restaurantes de pollo a la brasa, de
los cuales unos 8 mil se concentran en Lima y que los peruanos consumiremos más
de 1 millón de pollos a la brasa este domingo “día del pollo a la brasa” (1)
Las pollitas son mejores
Aunque el nombre del plato utiliza el género
masculino (“pollo”), revisando la literatura para la elaboración de este post encontramos
que el plato debe ser preparado con carne de pollo de hembra joven debido a que
“las hembras son más tiernas y jugosas”. (2)
"El día del pollo a la brasa"
Pues resulta que este apetitoso potaje es
considerado una “Especialidad Culinaria
del Perú” por el Instituto Nacional de Cultura (INC), incluso en el grado “Patrimonio Cultural de la Nación”,
siendo en la actualidad un “plato bandera” del país.
Por Resolución Directoral Nacional Nº 1066-INC,
de fecha 14 de octubre de 2004, se le reconoce como Especialidad Culinaria
Peruana en razón a que “…el pollo a la
brasa se ha convertido a partir de la segunda mitad del siglo pasado en uno de
los productos de la gastronomía de mayor consumo en los distintos ámbitos del
país, constituyendo una de las formas más usuales de consumo de pollo”
Más tarde, por Resolución Ministerial Nº
0441-2010-AG se declara el tercer domingo
de julio de cada año como “El día del
Pollo a la Brasa” www.minagri.gob.pe
bajo las siguientes consideraciones: “Que,
con sesenta años en la gastronomía peruana, el pollo a la brasa ha logrado
posicionarse como uno de los platos favoritos en el gusto de los peruanos, esta
evolución de un plato de raíces populares ha llegado a penetrar en el paladar
del peruano y hoy es una delicia de exportación en las mesas del mundo”.
Sus orígenes
(Cuenta la historia) que los orígenes de la
receta de este plato están en el pueblo de Santa Clara ubicado en el distrito
de Ate durante los años 1950; también que a Roger Schuler, un inmigrante suizo afincado
en Chaclacayo interesado en la preparación del pollo como negocio “se le prendió el foco” a partir de la
observación casera de la preparación del pollo viendo que su cocinera asaba un
pollo en brasas ensartado en una barra de hierro que se hacía girar en el fuego,
por lo cual le pide a su amigo Franz Ulrico (un experto en metal mecánica) la
construcción de un horno con especiales características capaz de hacer girar
las barras con ocho pollos cada uno. Así, Ulrich crea un horno con un sistema
rotatorio especial que hacía girar los pollos. Más tarde la producción se
tecnificaría.
Impacto económico
La popularidad del plato ha hecho que su
consumo sea incluido en el cálculo oficial de la canasta básica y desde el 2010
el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) lo incluye en el
cálculo de la canasta básica familiar estimándose que en nuestro país se
consumen 4,5 pollos por persona al año.
Cuidando los riesgos para la salud
Sin caer en un “liberalismo gastronómico” que colisione con el cuidado de la salud
y para que mis amigos nutricionistas no me jalen las orejas, creo que el
cuidado de la salud no debería entrar en conflicto con nuestros patrones culturales,
porque finalmente “una vez al año no hace
daño”, asumiendo que al día siguiente otra vez “los metemos en vereda”, es decir que su alimentación debe morigerar
los factores de riesgo nutricionales y que “esa
licencia” conlleva a asumir responsabilidades en el autocuidado de la salud.
El pollo a la brasa como tal es importante
fuente de proteínas y no generaría riesgos para este grupo de pacientes ya que
el problema está tanto en la piel, “el pellejito” tan agradable dicen;
en la cantidad de papas fritas que usualmente sirven; en la salsa o vinagreta; y
porque también es tradición acompañar este plato con una bebida gaseosa, la
cual tiene alto contenido de azúcares, por lo que es preferible reemplazarlos
por refrescos, elaborados a base de fruta natural como el limón, la naranja, maracuyá, entre otros.
Callao, 20.07.2019
Etiquetas: Misceláneas, Salud Pública
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