Extraterrestres habrían llegado al Callao
Esa mañana cuando los vi tuve la impresión que tenían algo en particular, algo que los hacía diferentes del resto. Esta apreciación me llevó a tener que observarlos detenidamente por un tiempo prolongado sin que se dieran cuenta por supuesto y así, pude concluir que efectivamente tenían ciertas particularidades que no tenían los otros que aquel día se encontraban con ellos y que vestían uniforme similar.
Todos se encontraban en uno de los pisos del Servicio de Medicina, pero de aquel grupo, pude determinar que sólo eran 2 quienes poseían esa particularidad. Estaban allí tomando contacto con los pacientes internados en el servicio. Vi cómo les tomaban el pulso y la presión arterial, tal cual lo hacía el resto del grupo. Pensé entonces que también les interesaba conocer nuestras patologías, es decir profundizar mucho más del comportamiento fisiopatológico del organismo humano en las enfermedades.
Un servicio de hospitalización siempre es un ambiente potencialmente contaminado, donde abundan los gérmenes; de un lado los que traen los pacientes, que prontamente se hacen resistentes a los antibióticos, la infección que se produce recibe el nombre de infecciones intranosocomiales porque se adquieren en un ambiente hospitalario y tienen un comportamiento mucho más agresivo que aquellas infecciones cuyo contagio se ha dado fuera de los establecimientos de salud a las que se les denominan infecciones adquiridas en comunidad, de mejor respuesta a los antibióticos.
Estos personajes debían saberlo, por lo que también habían tomado sus medidas de protección, colocándose sus correspondientes mascarillas. La mascarilla es un medio de barrera, utilizado para cubrirse la nariz debido a esa es la puerta de entrada de los gérmenes de transmisibilidad aérea. Pero la protección en realidad es bidireccional, porque protegen tanto al paciente como al que entra en contacto con ellos, en lo que se ha dado en llamar medidas de bioseguridad.
Entonces, si esa era la razón para el uso de mascarillas, estos personajes diferentes también utilizaban las medidas de bioseguridad, pero lo hacían de una manera diferente.
Por ello, cuando lo vi, me plantee la hipótesis que no eran de este planeta, sino que se tratará de extraterrestres que ya se encontraban entre nosotros, tal vez camuflados, utilizando, en este caso, uniforme color turquesa. También asumí que debían tener nuestras nociones en relación al contagio y por ello también utilizaban mascarillas, pero justamente en este hecho se encontraba la diferencia, pues a diferencia de nosotros no las usaban para cubrirse la nariz, sino que las tenían colocadas en el brazo.
Recordé entonces, haber visto días anteriores, en este mismo establecimiento, a otro individuo que debía pertenecer al mismo grupo ya que también usaba la mascarilla en el brazo y no precisamente para cubrirse las fosas nasales como lo hacemos nosotros habitualmente. Aún cuando este otro personaje no tenía uniforme color turquesa como los descritos, sino un mandil blanco tal cual los médicos o internos, asociando hechos podría inferir que se trataba de sujetos con esta misma característica diferencial y que encuentran distribuidos por diferentes servicios, tal vez cumpliendo la misma misión.
Sobre la base de lo relatado, podríamos decir que sus fosas nasales o su equivalente debían estar no en la cara como el resto de los llamados "terrícolas" sino en su brazo, donde se encontraría la puerta de entrada de su vía respiratoria.
Esta puede ser una manera de detectar a los extraterrestres, por lo que aproveché la exposición que tuve en el auditorio del hospital el día anterior para hacer pública las imágenes de estos personajes.
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Etiquetas: Misceláneas, Salud Pública
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