viernes, 1 de mayo de 2020

Dia del trabajo en tiempos de COVID-19


La pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 (inicialmente llamado 2019nCoV), que provoca la enfermedad denominada Covid-19 ha desestabilizado a todos los países del mundo, con efectos recesivos que inciden gravemente en la economía de las naciones.

Se ha producido una parálisis del aparato productivo, lo cual conlleva además despidos masivos que hacen que este Primero de Mayo, "Día del Trabajo", resulte sólo en llamamientos virtuales, porque las medidas de cuarentena y aislamiento social hacen imposible las otrora movilizaciones de trabajadores en homenaje a los “Mártires de Chicago” con exigencias a los gobiernos de demandas laborales.

El desempleo y el éxodo masivo

En nuestra patria, los efectos de la pandemia también han sido desastrosos, generando hambre en personas que de pronto han visto que sus opciones laborales se han esfumado. Por ello, ante esta situación, miles de personas han iniciado un éxodo sin precedentes desde la capital de la república hacia sus lugares de origen en la expectativa que el impacto del desempleo sea menor en la tierra de sus ancestros, encontrando tal vez un mejor nivel de solidaridad que les permita sobrellevar con menos dolor esta crisis.

Reclamamos por esa burocracia incapaz de dar pronta solución a esta penosa situación de ver personas, incluidos niños, ancianos y mujeres gestantes, durmiendo en las calles expuestos a las inclemencias del tiempo, a la espera ser trasladados hacia sus provincias.

El trabajo en el sector salud

La pandemia, por sus características, incide fuertemente en el sector salud en razón a que siendo un virus de mucha agresividad genera mucho daño en las personas en un tiempo bastante corto, llevando a la súbita saturación de los servicios de salud que hasta antes de este hecho estaban siendo invisibilizados por los gobiernos sucesivos que no le daban la importancia que requería.

Es así como nos coge con establecimientos de salud débiles para atender la demanda, no solo desde las características de la infraestructura, sino del ordenamiento de un sector desconectado entre los diferentes efectores que brindan atención sanitaria.

En ese contexto, el personal de salud también aparece maltratado por una burocracia gubernamental indolente, con altos sueldos para ellos, pero con trabajadores hundidos en la precariedad laboral, no solo porque trabajan en el sector salud con la denominación de terceros, es decir, que brindan sus servicios pero sin lograr algún nivel de dependencia laboral con las instituciones, por lo cual no aparecen en los cuadros de asignación de personal (CAP).

Es decir: No existen, pero se les ve allí, trabajando duro más ahora en tiempos de coronavirus, exponiendo su salud sin la debida protección por la carencia de elementos de protección personal (EPP), hecho denunciado permanentemente en los medios de comunicación, sin algún seguro que los proteja y asuma las consecuencias en caso que se vean afectados por la infección que puede incluso llevarlos a la muerte causando no solo dolor sino también desamparo familiar.

Terceros ni CAS: nunca más

Esta situación no debe durar ni un minuto más, por lo cual demandamos al gobierno que se modifique esta situación negativa e inhumana; que se les haga visible en los documentos de gestión creando las plazas necesarias para su incorporación formal al sector salud.

Callao, 1 de Mayo de 2020


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