Recuerdos de “El Arca de Noé”, a propósito de la SUNEDU
El tema del licenciamiento de las universidades que corre a cargo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) que ha sido denegado para ciertas universidades, me ha traído a la memoria la siguiente anécdota.
A modo de introducción
Todas las universidades públicas y privadas, sin distinción, deben cumplir las “Condiciones Básicas de Calidad” que exige la SUNEDU para obtener la licencia institucional que les permita ofrecer el servicio educativo superior universitario en el país, según lo establecido en la Ley Nº 30220; por tanto, habrá las que aprueben y las que no aprueben este proceso de evaluación de la calidad educativa.
La anécdota
En mi época de estudiante estuve
de amores con una joven que estudiaba en una universidad particular a la cual
graciosamente le decían “El Arca de Noé” que ahora, con el tema de la SUNEDU sabemos
que este centro educativo NO ha aprobado el proceso de licenciamiento.
El tiempo ha pasado y hace unos
días viajando en un bus del metropolitano pude verla caminando por el Paseo
Colón. Iba con el mismo garbo de siempre, así “toda ella”, (“esa chica tiene tumbao”
le cantaría Celia Cruz).
En una respuesta de tipo “arco
reflejo”, que son reacciones de puro impulso sin participación del cerebro, pensé
bajarme del bus, al tiempo que mis latidos cardíacos se aceleraban y se hacían
más intensos. Justo en esas circunstancias entra en acción mi cerebro -con su
fase racional- trayéndome el recuerdo de la escena final de la película “El
doctor Zhivago” basada en la novela de Borís Pasternak, interpretada por Omar
Sharif, quien en esta parte del film se percata que en el tranvía iba Lara
(Julie Christie) su amante, a quien no veía hacía mucho tiempo; entonces llevado
por sus impulsos decide correr tras este, pero cae fulminado de un infarto
Callao, Octubre 2019.
Etiquetas: Misceláneas
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