Hospital: El prestigio de la región está en juego
El reciente
cambio de director del hospital ha dado margen a que expresemos una primera
opinión a través de las redes sociales, donde hemos señalado: “El cambio de timón debe ser el punto de
inicio para pagar la gran deuda sanitaria que se tiene con nuestro emblemático
Hospital Carrión. Esto sólo será posible si existe liderazgo en la nueva
dirección. La etapa de funcionarios genuflexos debe terminar”.
Qué ha venido pasando en el Hospital?
Es opinión
generalizada del personal de la institución afirmar que el hospital “ya ha tocado fondo”, porque nunca antes
había caido al nivel en que se encuentra, con carencias de insumos elementales para
que el sistema funcione por lo menos con cierta eficacia (no hablamos de
eficiencia porque ello ya es mucho pedir en las actuales circunstancias) y por
tal motivo, también se señalaba que debía retornar al pliego 11 del MINSA.
Ejemplo de
ello es que no son pocas las circunstancias que no hay reactivos ni para
hemograma, un examen de tal simplicidad que en su estructura de costos no
pasaría de 2 soles por examen. La farmacia desabastecida obliga a que pacientes
del SIS tengan que hacer gasto de bolsillo; y así, la lista de carencias podría
ser bastante larga.
Nadie ha reclamado?
El asunto es
que “desde arriba” y en complicidad con ex dirigentes, han liquidado las
organizaciones gremiales. Así tenemos que hay 2 sindicatos de trabajadores, 2
sindicatos de enfermeros; y del Cuerpo Médico
ni decir, porque desde hace 3 años NO
EXISTE.
Los últimos
dirigentes elegidos legalmente se encargaron de liquidar prácticamente la
organización gremial por un suculento
plato de lentejas, pues del cargo gremial, inmediatamente pasaron a ser
funcionarios, percibiendo desde entonces el famoso “plush” (como le dice la
gente) y que no es otra cosa la bonificación al cargo
La deuda sanitaria
La región debe
haber estado enterada de esto, pues a través de dirección regional se conocen
estos problemas, pero no se ha dado siquiera algún viso de modificar
positivamente la realidad, por lo que se afirma también que este demérito tiene
un efecto dominó sobre la dirección de salud y la propia región.
Personalmente
he ido a hacer el correspondiente reclamo al SIS, pues se decía que esta organización
financiadora del seguro integral de salud no pagaba por las atenciones que se
brindan a los asegurados. La respuesta que me dieron en esa oportunidad es que
el SIS paga por adelantado al hospital.
Surge entonces
la pregunta: Cómo se manejan los reembolsos que hace este seguro; cómo se maneja
el presupuesto institucional?
Surge una esperanza?
El hospital
tiene la categoría de III-1, es decir un hospital complejo con casi todas las
especialidades; es un establecimiento de referencia nacional para ciertas
especialidades y cabeza de la red regional por ser el establecimiento de mayor
capacidad de resolución de problemas, lo que desde ya permitiría plantear un
perfil para el cargo de instituciones de este nivel de complejidad.
Contrario a
ese orden de ideas, la nueva directora -según se desprende de su hoja de vida-
no tiene experiencia en gestión de hospitales, lo que de entrada, significaría una
debilidad.
Pero si la
esperanza es lo último que se pierde, esperaríamos que la región entienda que
ante esta debilidad, surgiría la oportunidad
para dotar al hospital de los recursos técnicos y financieros necesarios para
el resurgimiento del hospital
El prestigio de la región está en juego
La región debe
entender que si el hospital sigue “cuesta abajo en la rodada” como dice el
tango, este efecto negativo podría explotarle en la cara; y que en contraparte,
si este es el punto de partida para que el hospital llegue mínimamente a tener
niveles de eficacia, ya sería un logro, que aumentaría si de la eficacia
pasamos a la eficiencia
Nadie más
interesado que los propios trabajadores del hospital
en que seamos una
organización exitosa.
Etiquetas: Hospital, Sanitarias
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