sábado, 19 de noviembre de 2011

Urge el GRAN CAMBIO en el Colegio Médico


La aceptación que tiene la LISTA 1 en el Callao nos revela que es un clamor de los médicos la necesidad del GRAN CAMBIO, que signifique dar un enfoque diferente al Colegio Médico.

En general, la opinión que tiene el médico peruano de su colegio no es favorable a este organismo, ya que considera que le sirve de muy poco; que nuestros aportes se utilizan para engordan el área burocrático administrativo; que no existe rendición de cuentas; que existe una gran brecha comunicacional entre los dirigentes y los agremiados; en general más son las insatisfacciones que las satisfacciones.

De las expectativas locales a las necesidades generales en el sector

Los médicos siempre hemos esperado de nuestro colegio profesional una institución que atienda las necesidades más sentidas en el campo profesional y de desarrollo profesional; que ha incluido la necesidad de tener espacios recreacionales para él y su familia, tanto en Lima como en provincias; las facilidades para la capacitación; la implementación de Programas de Vivienda; la protección legal de la profesión para hacer frente a denuncias infundadas de pacientes, alimentadas por un sector abogadil mal orientador y del sensacionalismo amarillo de los medios de comunicación que no vacila en dañar la imagen profesional sólo por cuestiones de “rating”.

El crecimiento médico se da de espaldas a la realidad

El número de profesionales médicos se viene incrementando irracionalmente año a año sin que exista un Plan Regulador de parte del estado, donde en esta anarquía, las universidades privadas en su afán de lucro están conduciendo a la profesión a la sobreoferta con las consecuencias que ya se ven en el horizonte profesional y a un “adelgazamiento” de las competencias profesionales de los nuevos médicos así formados.

De otro lado, no obstante existir déficit de médicos especialistas en nuestro país, las universidades siguen dando el mismo número de vacantes para el residentado médico de hace muchos años, como si la realidad se hubiera mantenido estática, lo que determina que no se pueda cubrir las necesidades de especialistas a lo largo y ancho del país.

Para agravar la cosas, desde este mismo estado ciego, lleno de funcionarios incapaces de dar soluciones contingenciales, las oficinas del Órgano de Control Institucional prohíben al médico colaborar con los establecimientos que requieren sus servicios, bajo el argumento que no se puede trabajar en 2 instituciones públicas, no obstante que no afecta el número de horas y que el profesional se ve obligado a vender su fuerza de trabajo para completar un presupuesto familiar insuficiente, a costa de afectar su salud.

El trabajo médico en el sector público y sector privado

Desde la década de los noventa, se da en el país la llamada “reducción del estado” con la flexibilidad del empleo, que dio origen a los SNP (servicios no personales) y luego a los CAS (contratos de administración de servicios) en todo el sector público, lo que ha generado una normatividad laboral anárquica, que finalmente afecta al contratado.

En ese contexto se da también la Ley de Modernización de la Seguridad Social que incrementa la participación del sector privado vía las EPS, donde el médico especialista principalmente, busca opciones de trabajo, a expensas de ilusiones, pero en condiciones asimétricas frente al gran empleador. 

Frente a esta realidad, aparece la acción de la Federación Médica, pero que cubre sólo una pequeña porción del universo médico, es decir, los que tienen un puesto de trabajo en el sistema formal.

El Colegio Médico y la Salud Pública

Existen regiones del país donde los gobiernos regionales en su voracidad por apropiarse de puestos públicos no han vacilado en copar cargos técnicos con gentes de sus canteras, quienes sin el perfil para el cargo han desplazado a los profesionales del sector aún en los puestos pequeños donde exista una remuneración al cargo por mínima que esta sea.

Esto ha traído como consecuencia un retroceso en los enfoques sanitaristas del sector, produciendo graves desabastecimientos de insumos, una afectación en el desarrollo de las instituciones, así como un retroceso en las actividades de salud pública, las cuales históricamente han estado orientadas a mantener indicadores sanitarios adecuados en el país a través de las “Funciones Esenciales de Salud Pública”.

La intervención del Colegio Médico

Corresponde entonces al Colegio Médico intervenir en esta problemática para plantear soluciones a favor de la orden médica, pero también de la sociedad en el campo de la salud, por lo que los Consejos Regionales y el Consejo Nacional deben actuar en estos diversos escenarios planteados.

En ese orden de ideas, es urgente el GRAN CAMBIO conceptual en el seno del Colegio Médico, que combine la experiencia con la sangre joven de la profesión.





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