domingo, 25 de septiembre de 2011

El docente adulto mayor

En las Jornadas Sanfernandinas de este año, la profesora Martina ha presentado un trabajo de investigación cuyo título es el siguiente: “Docentes adultos mayores: magnitud y características. UNMSM 2010”, que desde mi óptica, merece ser difundido para un análisis en entornos más amplios.
La fuente de información es la Oficina de Recursos Humanos de la Universidad -por tanto tiene absoluta credibilidad- y señala lo siguiente:
  • Que los adultos mayores representan el 45.10% de los docentes sanmarquinos.
  • Que el 25.76% de los docentes están por encima de los 70 años.
  • Que el 37.46% está concentrado en la Facultad de Medicina
El quid de la cuestión

La presentación del poster, que mostraba la curva de Gauss con la información recolectada, sirvió para generar una intensa discusión entre los docentes, quienes señalaban que la cuestión fundamental lo debe representar los intereses de la organización (universidad). 


Puntos de vista
Encontramos, en la discusión, partidarios de la continuidad del docente en la universidad luego de cumplir los 70 años, que es la edad de jubilación en la administración pública. Los principales argumentos fueron los siguientes:
  1. Que el docente, al igual que muchos profesionales en la administración pública, al pasar de la condición de trabajador activo a la de cesante, tiende a deprimirse y que por tanto, la universidad debía seguir teniéndolos como docentes.
  2. Que si el docente mantiene su estado de lucidez, debería continuar perteneciendo al staff docente.
  3. Que la experiencia del docente adulto mayor es invalorable y por tanto justifica su permanencia en la universidad.
De otro lado, los contrarios a esta posición señalaban que la universidad gerontocrática tiene algunos riesgos:
  1. Que el docente geriátrico no siempre es evaluado en su esfera mental para saber si puede seguir aportando al conocimiento científico en la universidad.
  2. Que la permanencia de cesantes afecta el ingreso de nuevos docentes, debido a que la plaza docente continua siendo ocupada.
  3. Que en el mundo moderno muchos jóvenes acceden a grados académicos tempranamente y deberían ser captados por la universidad pública.
  4. Que principalmente se debe a privilegios del poder.
Una pregunta, finalmente, flotaba en esta discusión entre docentes:
¿Cuáles debe ser entonces los criterios para la cesantía?, ¿o ésta no debe existir en la universidad?

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1 Comentarios:

A la/s 12/28/2011 1:12 p.m., Blogger dediego dijo...

Interesante información, como sanfernandino opino que hay muy buenos docentes sanmarquinos adultos mayores que demuestran mas lucidez que los propios alumnos además de concentrar gran experiencia, más aún en una profesión como la médica, donde la teoría no es nada sin la práctica; lo que sí, muchas veces se extenúan facilmente. Es importante mantenerlos, pues además del conocimiento sirven de inspiración y modelo a seguir por su trayectoria, su ética profesional y su identificación con la Universidad Pública (hoy más que antes), lógicamente que en todo lado pueden haber excepciones, pero para eso están las evaluaciones. San Marcos debería mantenerlos y buscar activamente el incremento de plazas docentes sin el incremento de alumnos, para una mejor relación alumnos/docentes, algo que mejoraría aún más el nivel de nuestros futuros colegas.

 

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