martes, 6 de agosto de 2013

Entremos a debatir la "reforma en salud"



Parte del problema es que la llamada Reforma en Salud no está siendo debatida. Se asume que de alguna manera el gremio médico está priorizando las urgencias remunerativas. Pero el riesgo es que se quede sólo en la reivindicación económica y no toque las cuestiones de fondo de la reforma, y  la “lucha” contra ésta se limite sólo a frases y carteles.


El enfoque neoliberal


La cuestión de fondo es que se busca implementar en el país un enfoque neoliberal en salud.


Recordemos que bajo este marco ideológico se viene implementando en el pais un modelo de desarrollo amparado por la constitución de Fujimori, qe incluyó la “modernización del estado”, que en síntesis significa que con un estado más chico se permite más espacio al sector privado nacional e internacional.

Un gobierno sin ideas


En salud, ante la ausencia de ideas del gobierno de Humala sobre qué hacer en este sector, la agencia de desarrollo del gobierno norteamericano USAID busca imponer un mismo modelo que ya ha sido implementado en otros países de la región.


Para este fin hacen cambios en las altas esferas del sector salud, colocando como ministra a la Sra. De Habich, a la Dra. Baffigo como Presidenta de EsSalud y para completar la corte aparece el ex integrante de Izquierda Unida, ministro de salud en el gobierno aprista y ahora jefe del sistema de salud privado de la municipalidad de Lima, todos ellos integrantes de ONGs financiadas  por esta agencia estadounidense.


El pretexto es favorecer el acceso a la demanda con un enfoque efectista


El argumento de derivar la demanda insatisfecha hacia el sector privado, llámense clínicas, o al hospital Solidaridad busca lograr el apoyo de un sector de la población que no logra satisfacciones en la atención en los establecimientos de salud del estado.


Entonces, este enfoque efectista se convierte en el pretexto perfecto para implementar una reforma no discutida en su real magnitud.


Pero este enfoque que busca principalmente crear oportunidades de negocio que favorezca al sector privado no puede ser el punto principal de la responsabilidad del gobierno, porque abdica de su responsabilidad social y justifica su pobre inversión en salud, sector que padece carencias crónicas de insumos y equipamiento, agravadas por administraciones ineficientes puestas por los partidos de gobierno de turno. 


Al enfoque neoliberal no le interesa la salud pública


Si lo que se busca es principalmente favorecer el acceso a la demanda insatisfecha, lícitamente debemos preguntar ¿quién se hará cargo de las acciones de salud pública, las cuales siempre están orientadas a mejorar el estado de salud de la población, a actuar de manera preventivo-promocional para evitar los riesgos de enfermedades emergentes y reemergentes, como son las epidemias que periódicamente afectan a la población?


Al sector privado sólo le interesa la enfermedad


Esto es absolutamente claro, porque entonces tendrá mayor número de consultas, mayor venta de medicamentos, mayor número de análisis y otros exámenes de apoyo al diagnóstico. Pero absolutamente ninguna derivación de estos ingresos en favor de la salud pública.


El libre mercado tiende a poner precios exorbitantes a los medicamentos, haciendo la guerra sucia a los medicamentos llamados genéricos, lamentablemente en asociación perversa de un sector médico que se alinea con este enfoque.


El sector médico que trabaja paralela o exclusivamente en el sector privado creerá que entonces a mayor demanda de pacientes hacia ese sector tendrá la posibilidad de mayores ingresos económicos, pero no analiza que esa es una ficción que finalmente atenta contra su propia salud, porque cuánto es lo que le pagan por paciente atendido y cuánto es realmente lo que cobra la clínica a las aseguradoras por paciente.


Ese mismo precio lo cobrará al estado


El pago que hará el estado por paciente será absolutamente mayor que el costo de esa atención en un establecimiento de salud pública. Los fondos que engordarán la fortuna de las clínicas saldrán de las arcas del estado; dinero que bajo otro enfoque debería formar parte de la inversión pública en establecimientos de salud deteriorados por la propia inacción del estado.

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