En el país de los corruptos y de la ministra que miente
Escribe: Iliana Romero Giraldo
Pediatra INSN CMP 27837
Este no
parece ya el país que conocía, lo están
haciendo añicos, una caricatura
de lo que fue esos políticos corruptos que negocian bajo la
mesa, que se reparten cual piezas de baraja puestos, acomodos y otros favores más.
Este no es el país que vio a Don Miguel Grau ocupar un escaño en el Congreso
con decencia, la misma que tuvo al enviar la carta a la viuda de Prat. No es la
tierra que vio a Don Ricardo Palma reconstruyendo hasta lo imposible nuestra derruida y
saqueada Biblioteca Nacional. Ya no es más ese país.
Mientras
nos enteramos que entre los elegidos para el Tribunal Constitucional está Souza
quien apoya y defiende a Aguinaga en el juicio por las esterilizaciones
forzadas y está a favor de quitarle a Fujimori culpa en los casos de La Cantuta
y Barrios Altos, Blume quien defiende al
tristemente célebre alcalde Burgos de SJL; los acompaña Mayorga quien fue
acusado por su empleado de obligarlo a pasarle parte de su sueldo y plancharle
las camisas, Galindo que participó en una protesta en pleno congreso el 2009 –
mejor dicho alboroto de callejón- por lo
que fue suspendido y la cereza de la torta, la elección de la cuestionada Sra.
Freitas. Y los congresistas ganando sueldos que ya el personal de salud o los
profesores quisieran aunque sea un mes.
Ahora se explica
porque en este extraño momento y país una autoridad del Estado desconoce un
acuerdo firmado desde octubre del 2012 con el gremio médico, y además funge de
conocer la realidad sanitaria, como está su sector y la mantienen en el cargo a
pesar que es práctica y vergonzosamente vapuleada por la prensa cuando dice:
“sí hay vacunas” y al instante pasan en el mismo reportaje a las personas que
salen de los hospitales quejándose que no hay vacunas contra Influenza.
Se da el
lujo de ningunear nuestro reclamo y el Acta, nos amenaza, apela al
sentimentalismo torpe y al sentimiento
de culpa (que deben sentir ella y sus asesores en el MINSA más que nadie por no
saber ni siquiera si hay o no las dichosas vacunas) y se olvida que la salud
hace rato reclama ser mejorada en todo el país pero con propuestas técnicas
viables, con gestiones eficientes -no
como la actual que apenas ha gastado un 22%
del presupuesto designado- a
pesar que no hay medicinas, no hay reactivos, no hay mejoras en su sector y
ahora no hay vacunas, pero igual miente porque a lo mejor cree que de repetir
la mentira, ésta puede hacerse verdad.
Y si
quiere confrontarnos con el pueblo se equivoca, está errada porque los médicos somos los profesionales que arriesgamos
la vida y salud siguiendo el ejemplo de Carrión y eso
lo sabe la gente; estamos forjados en la esencia del amor y servicio a los demás;
somos una pieza fundamental del acto médico donde el enfermo es nuestro
compañero en la batalla por su recuperación y tenemos de sobra ciencia, verdad,
dignidad y fortaleza.
Por ahora,
mi país me inspira tristeza por la
corrupción y las mentiras de sus representantes en el gobierno. Pero éste no
puede ser el legado de mi generación, no este país que se asfixia en la
indiferencia de quienes miran a sus hermanos pelear sin decir ni hacer nada,
que se ahoga en los actos de corrupción de sus líderes y clase política mientras
su gente enmudece y asusta, se indigna pero en silencio.
No podemos
dejar un país de Ministros que faltan a su palabra sin descaro o gente que
actúa como el Dr. Ugarte, que hoy nos avergüenza con su conducta. Por eso, el
único camino es la justa lucha por el
respeto del derecho ganado, y no podemos seguir solo observando, es hora de
pelear y rogar porque (parafraseando a la Negra, Mercedes Sosa): “la reseca muerte no nos encuentre vacíos y sin
haber hecho lo suficiente”.
Etiquetas: Salud Pública
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