viernes, 5 de octubre de 2012

LA NUEVA BATALLA............

Dada su claridad, con autorización de su autora, nos permitimos reproducir este artículo.


Escribe
Iliana Romero Giraldo
Pediatra Hospital del Niño


Son momentos  aciagos otra vez, lamentablemente parece una historia de nunca acabar, se repite sin fin. Autoridades de MINSA y MEF que  cierran filas, tergiversan la información al público, no resuelven nada y dilatan innecesariamente una solución que acaba siendo la lenta agonía de años de  un sistema de salud que ya no da para más. Ejemplos previos: una ex ministra que negaba a sus propios colegas la posibilidad de ser nombrados luego de años de estar sometidos a un oprobioso sistema de trabajo de contrato – y que tan desinformada estaba que su entonces Ministro de Economía la contradijo y se logró el nombramiento de muchos colegas incluida quien escribe- o aquel nefasto ex ministro de trato infame que buscó oponernos contra la opinión pública- y curiosamente ahora él está en tela de juicio por malversación- , autoridades que pasan y pasan y el sector salud decenas de años  postergado, abandonado a su suerte al igual que sus servidores.

Servicios de salud pública donde los pacientes deben comprar los medicamentos – hasta la gasa y sutura- porque que no hay en los hospitales, donde deben  aguardar y hasta rogar por un examen de laboratorio o rayos X sea tomado cuando es necesario, donde se cruzan los dedos para conseguir una cama mientras el corazón se nos muere con ellos al ver su angustia y orfandad, la absoluta y descarnada  inequidad y falta de presencia y  de real apoyo social del Estado.

Un sistema perverso donde se nos obliga a laborar en situaciones de riesgo de contaminación, a ser víctimas de acusaciones de mal praxis por falta de insumos y material mínimo de trabajo, de morir enfermos o contraer una enfermedad ocupacional a cambio de un sueldo que no cubre  nuestras necesidades ni la de nuestras familias y obliga a ir de un lado a otro a trabajar dejando de lado a los seres amados, la tranquilidad o nuestro propio bienestar y al acabar nuestro ciclo, queda el olvido y abandono total por parte del Estado al que dimos cada vez lo mejor de nosotros mismos.

Y así tenemos médicos cesantes que años ya reclaman por un trato justo, médicos que ayer vimos en la marcha caminando con muletas pero con dignidad espartana reclamando lo que les corresponde a ellos y a nosotros. Ahí estaban los médicos jóvenes que sienten que esta pelea es de ellos, que aprenden  que no todo es sentarse y esperar que todo ocurra sino a veces como hoy hay que salir a dejar escuchar tu voz y que se vea, se palpe esa fuerza humana que somos cuando estamos juntos, que somos más que un grupo de médicos, somos el alma viva de la Medicina de nuestro país. Los contratados que saben que llego el momento de pedir un trato laboral digno con estabilidad que les permita su desarrollo personal y profesional al que todos aspiramos y tenemos derecho. 
 
Esta pelea va más allá de un aumento de sueldos, es la pelea por decir aquí estamos como siempre pidiendo lo que es justo desde hace casi 30 años, como antes reclamando lo que nos corresponde, lo que merecemos por la clase de responsabilidad y trabajo que día a día hacemos; acá estamos los que creemos aún en el dialogo, a pesar de la burla o mecida  de años de autoridades del MINSA o MEF insensibles, indolentes que no dudan en dar pagos  increíbles a personal  administrativo del ejecutivo, del legislativo, que salen  a decir estamos en mejor condición económica cada vez… pero cuando de educación y salud se trata cierran los ojos y se tapan los oídos y cortan presupuestos que son de por sí los más bajos y peores de  todo la región. INADMISIBLE, INDIGNANTE.

Si no nos escucharon antes, si no quisieron vernos, no es un argumento para dejar que las cosas pasen por sí solas, no podemos seguir en ese silencio que tanto nos daña, no es una opción seguir callados ante esta injusticia y abandono de un Ministro, de un Premier, del Estado que no entienden que la salud está antes y quienes trabajamos en este sector debemos recibir un trato justo y digno mínimos que permita que nuestro trabajo sea como siempre una entrega de lo mejor de nuestra ciencia por nuestros pacientes pero con mejores condiciones para todos y cada uno de los involucrados en el acto médico. 
   
Y si no entienden o siguen sin entender, sigamos tratando de hacerles ver que nos acompaña la razón de la justicia y el hartazgo de una espera que es ya intolerable e imposible de seguir aguantando por los pacientes y mucho menos por nosotros. Los ministros y sus asesores  pasan pero ya sabemos que los problemas quedan, ésta es la oportunidad para otra vez decir con energía: BASTA, es nuestra ocasión de pelear con dignidad y valor por nosotros mismos pues  al final nos quedará solamente la certeza que intentamos mejorar las cosas a pesar de todo, reclamamos cada vez que pudimos y no que  fuimos cómplices silenciosos de un sistema de salud cruel  de un gobierno que sólo para el discurso utiliza pero que hasta ahora no ha demostrado que sabe lo que es la verdadera INCLUSIÓN CON JUSTICIA SOCIAL.

LIma, 28 set 2012


 

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