Las exequias de Daniel A. Carrión, nuestro Héroe Civil
En el Día de la Medicina 2020
Cada 5 de octubre celebramos el Día de la Medicina Peruana, recordando el martirologio del entonces estudiante de medicina y hoy Héroe Civil, quien en el contexto de la discusión académica de si la Verruga Peruana y la Fiebre de la Oroya eran 2 patologías diferentes, o la historia natural de una única enfermedad, Carrión se inocula sangre tomada de un botón verrucoso del paciente Carmen Paredes internado en el Hospital 2 de Mayo, desarrollando la fase anemizante de la Fiebre de la Oroya, con lo que demostró la unidad etiológica de ambas entidades.
Extractos del artículo
En esta oportunidad
trascribiremos fragmentos del artículo publicado en la “Crónica Médica” en
1885, bajo el título “Las exequias de Daniel A. Carrión” y solo 2 de las alocuciones.
“Fue conducido en hombros por sus
condiscípulos, los estudiantes de la Facultad de Medicina hasta el cementerio,
donde antes de cerrarse para siempre la tumba que iba a encerrar reliquias tan
sagradas, se pronunciaron discursos de profesores y alumnos”.
El Dr. Mariano Macedo:
“… solo las almas dotadas de
un amor delirante por la ciencia y de una profunda filosofía para despreciar la
vida, cuando se trata del bien y de los grandes intereses de la humanidad, son capaces
de realizar estos portentosos hechos. Carrión había reunido estas dos cualidades
y con el sacrificio de su vida deja resuelta la unidad etiológica de la verruga
y de la fiebre de la Oroya.
Señores: el nombre de Carrión
pasa a la historia y con iguales títulos que los venerables nombres de Jenner,
Pasteur, Ferran y Freyre, se repetirá de siglo en siglo con la gratitud entera de
los hombres de corazón”
El estudiante de Medicina Sr. Manuel I. Galdo
“… Y vosotros jóvenes amigos,
que habéis venido a sellar la tumba de nuestro compañero con el inestimable
homenaje del dolor sincero, notad que no estamos solos en esta mansión solitaria.
Ahí está la grandiosa imagen de la ciencia, que ha detenido la marcha de su
vuelo triunfante a las puertas de este sepulcro, para consagrar la memoria de
la noble víctima que se inmolara por su nombre y grandeza.
Amigo querido: adiós. Duerme
tranquilo el sueño de la muerte. Vive feliz la vida de la inmortalidad en el
seno de lo Infinito”
“Así han sido honrados por sus
compañeros de profesión los restos del que al morir ha legado a su patria un
nombre inmaculado y a la Medicina Peruana una de sus brillantes páginas”
Bibliografía. -
“Daniel Alcides Carrión, mártir de la medicina peruana”. Gustavo
Delgado Matallana. https://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtualData/Libros/Medicina/Daniel%20Alcides%20Carrion/pdf/Inoculacion.pdf
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal