viernes, 1 de enero de 2021

Educación virtual en contexto COVID-19

Diciembre 2020. Estamos terminando el año en la universidad de una manera que nunca habíamos pensado y es que la pandemia de COVID ha afectado terriblemente el sector educación en todos sus niveles, desde la educación básica regular hasta la educación superior.

Si bien es cierto que siendo principalmente un problema mundial de salud pública, su impacto se ha dado en todas las esferas de la actividad humana, generando parálisis del apartado productivo y la consecuente recesión económica a nivel mundial; ha desnudado la caótica situación del sector salud en muchos países del mundo; pero también el sector educación ha sufrido fuertemente por cuanto las escuelas y centros superiores de enseñanza se han visto obligadas a cerrar sus puertas justamente para proteger a los estudiantes y profesores evitando la concentración de personas que harían más intensa la transmisibilidad del SARS-CoV-2, agente etiológico del COVID-19.

Los nuevos retos

Superada la parálisis inicial, había que echar a andar el proceso educativo en el nivel universitario.

No obstante que muchos ya habíamos llevado algunos cursos virtuales, entendimos que una cosa es estar de alumno en estos eventos académicos y otra es tener que dirigir cursos bajo esta metodología.

Estando en la modalidad presencial, sin presagiar lo que vendría, la Oficina de Educación Virtual nos había estado capacitando, sin que ello significara desarrollar los cursos en la modalidad virtual, porque la programación de estas actividades seguía siendo presencial. Comentando estas circunstancias, un colega me decía, que eso equivalía a haber recibido clases teóricas de natación, pero que ahora ya nos habían tirado a la piscina y como sea había que nadar.

Felizmente, la universidad implementó rápidamente una capacitación acelerada para todos los docentes, preparándonos justamente para asumir la enseñanza en la nueva modalidad.

Algunas anécdotas

Recuerdo por ejemplo, que al entregar mi tarea en esta capacitación de la universidad, el profesor me la devolvió porque había que colocar adecuadamente mi nombre completo y no las iniciales como estaba en el correo institucional que no permitía identificar con claridad de quién se trataba, también por la foto del perfil de usuario, ya que debía ser una que represente mejor a la persona.

Superadas estas cuestiones de la forma de presentación, también me hizo observaciones de fondo en la tarea. Había que crear y configurar un examen con las preguntas y las respuestas, utilizando los diversos tipos que permite la plataforma, lo cual debía hacerse sin error. Tuve que pedir un rápido SOS a mis hijos, con quienes analizamos todo ello y lograr entregar mi tarea corregida dentro de los plazos dados, aprobando el curso satisfactoriamente. Con algo más de experiencia, vamos agarrándole el gusto, tal es así que ahora soy docente responsable de uno de los cursos que se dan en la Facultad de Medicina bajo esta modalidad.

En este contexto, recuerdo también el tik tok (ver enlace) que ciertas jovencitas publicaron cuando habían ayudado a su padre, un docente de la universidad, a exponer su clase virtual. Eso se volvió rápidamente viral y hasta fue motivo para una entrevista de TV San Marcos.

Otra anécdota la tuve con la profesora Anita Lujan, a quien tuve que recurrir aprovechando sus conocimientos porque cumple funciones en la Unidad de Tecnología Educativa. Había un término que no recordaba adecuadamente como se escribía; y tenía que hacerlo de manera adecuada para este artículo.

Entonces me comunico con ella a través del whatsapp y le digo: “Anita, tú que eres una experta, por favor ayúdame. Estoy escribiendo un artículo para mi blog, pero deseo saber cómo se escribe correctamente esa palabra que suena como “digrifin”. Ella supongo que se habrá reído, pero me responde: “Debe ser Debriefing es una de las etapas de la simulación clínica”.

La nueva jerga

Es así como tuvimos que ir incorporando palabras que al principio nos parecían extrañas, pero que, luego. a fuerza de irlas utilizando, ya forman parte de la nueva jerga de la educación virtual.

No eran pues “terminajos” como diría alguien en cierta oportunidad, sino que son los nuevos términos que ya se han ido incorporando a nuestro lenguaje cotidiano.

Así, teníamos que decidir la plataforma a usar. ¿Plataforma? ¿Moodle o Chamilo? No era una palabra de uso corriente para muchos de nosotros; luego, actividad sincrónica y asincrónica, aula virtual, sesión de aprendizaje, presentar pantalla, y así la lista puede ser interminable, como también las anécdotas.

Si pues, en eso estamos...


Callao, 31/12/2020 


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