De vuelta al colegio en contexto Covid-19
Después de 2 años de iniciada la pandemia por Covid-19, que afectó todas las actividades económicas, sanitarias y educativas en el mundo, hoy vemos a los escolares volver a las aulas.
Como solía suceder, hay cosas que se repiten:
Los padres de familia
Los padres que luego de acompañar a sus hijos,
se quedan en la puerta, mirando hacia el interior del colegio, como si
quisieran verlos ingresar al aula hasta el momento que toman asiento en sus carpetas,
inclusive.
Es que duda cabe una expresión del amor a sus
niños. No importa si con ello, al estar agolpados en la puerta del centro
educativo, obstruyen el ingreso de los alumnos que siguen llegando. Nada de eso
les interesa, pues continúan con esa mirada fija, casi sin pestañear, siguiendo
el camino que acaban de transitar sus menores.
Entre ellos, inician las conversaciones con los
otros padres que se encuentran en una actitud similar, comentando que se yo,
cosas del devenir educativo, tal vez de sus experiencias de la educación
virtual, de sus aspectos positivos o negativos, sin tener en cuenta que el tiempo
sigue transcurriendo, de repente porque así han programado su mañana.
Los vehículos particulares
También están los padres que han llevado a sus
hijos en sus vehículos particulares, igualmente todos desearían estacionarse en
la puerta misma de ingreso, sin tener en consideración que obstruyen el libre tránsito
por esas calles. Nada de ello les interesa, optan por el individualismo y se
vayan al carajo los demás vehículos. Ellos son los únicos conductores en esa
hora trágica, donde el resto no existe.
Los estudiantes
El otro elemento llamativo son los estudiantes,
que llegan el primer día de clase arrastrando unas super maletas, felizmente con
rueditas, sino imagínense pobres espaldas.
En este ítem me pregunto: ¿qué llevarán en sus
maletas, tratándose del primer día de clases, donde tal vez todo trascurra en
la parte introductoria y organizativa del calendario escolar y aún no entren en
materia con ningún curso en específico?
Yo comentaba hace unos días con una amiga que con
gran emoción, había publicado en sus redes sociales a sus niñas en ese primer
día de clase (Los colegios particulares iniciaron semanas antes) también llevando
unas maletas de mayor tamaño que las propias chicas y le decía que en mis tiempos
de escolar, solo llevábamos el famoso bloc escolar, que doblábamos en 2 para
colocarlo en el bolsillo posterior del pantalón de nuestro uniforme comando.
Los tiempos han cambiado me decía. “Cómo cambian los tiempos Venancio, que te
parece” era una canción que asaltaba mi mente en esos momentos.
No bajar la guardia
Bueno, así estamos y esperamos que, con los cuidados
adecuados, se mantenga un año escolar fluido, alejado de riesgos de brotes epidémicos
por trasgredir las reglas que eviten los contagios de una enfermedad que todavía
está presente en nuestro medio y obliga a no bajar la guardia.
Etiquetas: Misceláneas
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