En mis primeras lecturas sobre el Primero de Mayo como “Día del Trabajo”, recordaba al gremio de panaderos de mi pueblo, quienes sentían que ese día les era trascendente para ellos en razón a que en la historia de los reclamos por las ocho horas aparecen los panaderos del Sindicato “Estrella del Perú”.

Buscando las razones de estas 8 horas, entendí que en el desarrollo de la persona, si bien es cierto que el trabajo es fundamental porque se constituye en la fuente de ingresos orientados a satisfacer nuestras necesidades básicas, también está la necesidad de tener tiempo suficiente para dedicarlo a nuestra familia y lograr nuestra superación intelectual a través del estudio; y finalmente 8 horas de reparador sueño. Por cierto que con 8 horas de trabajo esto debía financiarse perfectamente.

Rendimos tributo a los Mártires de Chicago

De las históricas jornadas de 1886 recordamos a los Mártires de Chicago, quienes exigiendo una reforma en el sistema laboral formaron parte de la histórica insurgencia contra el status quo que hoy permite, aquí y en casi todo el mundo, que los derechos de los trabajadores sean respetados.

A pesar de no haberse probado nada en su contra, “los ocho mártires de Chicago” fueron declarados culpables, acusados de ser enemigos de la sociedad y el orden establecido. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca, quienes fueron ejecutados el 11 de noviembre de 1887.

Con 8 horas no alcanza

Vivimos una etapa de grave retroceso en el sistema laboral, porque lo que percibimos por nuestra jornada laboral no alcanza para satisfacer nuestras necesidades. Por esta razón, aún los profesionales tenemos que trabajar en otros lugares y así completar nuestro presupuesto familiar.

Este exceso de trabajo lo hacemos a costa de nuestra salud, porque en el trabajo se consume la salud y no queda tiempo para reponerla. Este hecho significa además que tenemos que estar menos tiempo con nuestra familia y también nos queda poco tiempo para reforzar nuestra formación intelectual, de manera que para poder estudiar debemos sacrificar aún más el tiempo dedicado a la familia y al reposo.

Por tanto, debemos rescatar esa visión ¿utópica? porque lo que ganamos en las 8 horas de trabajo es insuficiente.

Las otras asimetrías laborales

El sistema genera injusticias. La situación laboral actual no sólo revela desempleo, sino que también encontramos precariedad en el empleo, lo que significa que hay quienes sólo consiguen trabajo por horas y además los pago son sumamente bajos.

Una última investigación elaborada por el Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica (IOP- PUCP), revela que un 57% asegura sentirse preocupado/muy preocupado por quedar desempleado en los próximos 12 meses; y muestra también que el 48% de aquellos que trabajan son independientes y por ello, quizá, el 61% no cuenta con vacaciones ni gratificaciones (62%).

Esta investigación del IOP- PUCP revela también algunas prioridades a la hora de ponderar un trabajo

  1. La primera prioridad es alcanzar la estabilidad laboral: 37%
  2. La segunda prioridad es alcanzar un buen sueldo que alivie las preocupaciones de dinero 25%.
  3. La tercera prioridad tiene que ver con la satisfacción y el interés por desarrollar una labor que haga sentir realizado al trabajador: 15%